Una de la imágenes que la artista ha incluido y que muestra las infinitas posibilidades de capacidad de una motocicleta.

Úrsula Chinata propone en su primera exposición en Formentera una peculiar visión fotográfica titulada Bali: vida cotidiana en una isla extraordinaria. Chinata, que es un seudónimo y no su apellido, presenta un total de nueve fotografías a gran formato relacionadas con la isla de Bali bajo una premisa «la clave de una buena fotografía es hacerla con el corazón», dice. La fotógrafa, que ha vivido en la última década en Madrid, Nueva York, Londres, Luxemburgo y Formentera hizo, según ella misma recuerda, «la primera foto a los 9 años y a los 15 ya revelaba las fotografías en blanco y negro».
En su periplo artístico figuran cursos especializados, su titulación como fotógrafa artística y de retrato en el Newbury College inglés y, aunque nunca se ha dedicado profesionalmente a ello, la fotografía es una pasión que se ha visto reflejada en su obra, sus exposiciones y los premios que ha obtenido por su trabajo.
Atemporal
De su trabajo ella valora el concepto de «fotografía auténtica, natural, armónica, atemporal y en estado puro». Tras una larga estancia en Bali la artista presenta estas imágenes que reflejan la vida cotidiana de una de las múltiples islas de Indonesia, quizás la más conocida por ser uno de los grandes destinos del turismo internacional. Las imágenes son el día a día de las gentes y otras dejan claro que han sido ‘pilladas', casi como un acto reflejo porque ni el encuadre ni la luz son las idóneas. Sin embargo, esta es otra manera de reflejar la cotidianidad de una sociedad. El mercado, la soledad sobre la arena, los surfistas que buscan las olas, el aprovechamiento máximo de una moto, el agua, el campo y el paisaje se mezclan en imágenes que transmiten un clima de serenidad.
Quizás lo más complejo de la exposición, que estará abierta hasta el próximo 31 de marzo en la sala d'expoiscions de l'Ajuntament Vell de Formentera, en la Plaza de la Constitución de Sant Francesc de 11 a 14 horas, sea la propia autora de las obras. Para ella la fotografía es un hobby en el que ha profundizado pese a ser y ejercer de abogada. En los últimos tiempos ha trabajado a caballo entre Luxemburgo, Madrid y Formentera y, de este modo, este género artístico es un reducto, un pied a terre al que se escapa cuando tiene un hueco en su agenda.