Desde 1965, en abril se conmemora el Día Internacional del Libro Infantil, coincidiendo con el nacimiento en Odense (Dinamarca) del escritor de historias infantiles Hans Christian Andersen. La biblioteca de Can Ventosa ha querido adherirse a los actos de celebración con una muestra infantil, que podrá visitarse hasta el viernes, y que gira en torno al mundo del arte y los libros. Asimismo, ha programado una sesión de cuentacuentos para el próximo día 20 de abril, en la que participará Montse Ribot.
El atleta Juanjo Serra comenzó su andadura literaria con Trastades. El libro dio vida a un personaje, el del perro de Santa Gertrudis Trasto, que ha logrado calar hondo entre los niños ibicencos. «Siempre tuve la inquietud de escribir y el origen fue los cuentos que le contaba a mi hija por la noche», explicaba ayer Serra sobre esta serie de rocambolescas historias que improvisaba y que están inspiradas en anécdotas reales de su familia. Fue por esta experiencia por la que considera que, «los cuentos nos han aportado mucho a todos y pueden convertirse en una iniciación a la lectura».
Según el autor de Trastades, «cuando los niños se acostumbran a irse a dormir con un cuento, no hay consola que valga, así lo he vivido yo por lo menos».
Optimismo
Bernat Joan, por su parte, es el autor de El drac vermell y Assassinat a l’institut. Aunque no se considera un especialista de este género afirma con optimismo que «durante las últimas décadas la literatura infantil y juvenil ha mejorado sensiblemente y ha aumentado la creatividad».
Según él, si se compara el momento actual con otras etapas «ahora estamos mejor que nunca» y eso se debe a que «la lectura es un asunto importante, no sólo en el ámbito educativo, sino en toda la sociedad que se preocupa por que la gente comience a leer desde pequeño».
Para Joan, la literatura infantil y juvenil ha adquirido un prestigio en los últimos años del que ésta no gozaba anteriormente. «Históricamente, este género había sido tratado como una ‘infraliteratura’, cosa que no ocurre actualmente», asegura Joan para quien, lo importante a la hora de plantearse una trama dirigida a un público infantil o juvenil es «buscar una buena historia».
Para el político, «cine y literatura se retroalimentan». Así es como explica el fenómeno mediático que han supuesto novelas como Harry Potter o la saga Crepúsculo.
Mientras que Bernat Joan opina que «un lector ganado en la adolescencia es un lector potencial para toda la vida», la escritora Iolanda Bonet aporta un matiz a este consejo. «Soy partidaria de que los niños empiecen a leer desde pequeños pero la literatura nunca debe ser algo impuesto, como una materia, sino un estímulo que parte de la libertad», afirma Bonet, que es partidaria de poner a disposición de los niños todo tipo de géneros y textos para que ellos decidan y tengan variedad a la hora de elegir qué leer.
«Pese a que la literatura para adultos se resiente con la crisis, la literatura infantil, no sólo sigue adelante sino que se siguen publicando libros pese a que son caros y no ha bajado tanto su venta», apunta la autora, que afirma que muchos padres muestran cierta reticencia a «dejar a los niños demasiadas horas delante de una pantalla y prefieren, con muy buen criterio, que empleen su tiempo leyendo».

Apoyo editorial
Tratándose de un género que se debe proteger especialmente, por ser un producto que consumen los adultos pese a que no son los destinatarios finales, son muchos los concursos literarios que se han especializado en este género en todo el país. Concretamente, en Eivissa se falla anualmente el Premi de Narrativa Ciutat d’Eivissa del que existe una categoría Infantil y que este año alcanzará su vigésimo novena edición.
La Editorial Mediterrània Eivissa ha sido la encargada de publicar estos títulos, que incluyen obras como La tortuga de Binirraïmet, de Pilar Vinent; La noia de les estrelles, de Roger Tartera o Quin Giro!, de Joan Amorós, entre otros.