Exposición 'Pomar. Tradició i avantguarda'. Josefa Costa, Toni Pomar Juan, Elisa Pomar y Toni Pomar

No son muchas las ocasiones en las que varias generaciones de una misma familia protagonizan una exposición. Menos si se dedican a disciplinas artísticas diferentes. Pero eso es lo que ocurrirá a partir de hoy en el Centre Sociocultural s’Alamera de Vila cuando se inaugure (20,00 horas) la exposición Pomar. Tradició i avantguarda, en la que coinciden el pintor Toni Pomar Juan, el fotógrafo Toni Pomar Bofill y los joyeros Pepín Pomar Juan (ya fallecido) y Elisa Pomar Palerm. La muestra permanecerá abierta hasta el 8 de septiembre.

«Es una exposición muy especial para nosotros —reconoció ayer la consellera de Cultura, Josefa Costa—. Es una familia de artistas muy reconocidos en la Isla por su trabajo y muy apreciada por la sociedad ibicenca, además de muy ligada a la Marina». Para Costa, los Pomar «recogen en su obra la tradición y las escenas cotidianas y, al mismo tiempo, recrean estas imágenes y escenas a través de nuevos estilos y nuevas estéticas, junto a algo muy importante: hacer modernas las tradiciones, hacerlas actuales, porque lo que no es actual y no se ama no puede conservarse», añadió la titular insular de Cultura.

La exposición se divide de este modo en diversas secciones, aunque en algunos momentos se mezclen entre sí. Por una parte, están los algo más de veinte cuadros de Toni Pomar Juan, quien no se ha limitado a reunir una retrospectiva, sino que aprovecha la ocasión para mostrar nuevos trabajos; por otro lado, la joyería de Pepín Pomar y su hija Elisa, que arranca de la tradición de la joya ibicenca para explorar nuevos territorios, aunque, eso sí, como matiza Elisa, «sin modificar nunca lo antiguo». Finalmente, Toni Pomar Bofill ha reunido una muestra de sus trabajos fotográficos más destacados desde principios de los noventa.

Ante unos pequeños problemas en la voz de Toni Pomar Juan, el fotógrafo y la joyera coincidieron ayer al mostrar su satisfacción por el hecho de que la familia se haya reunido artísticamente en s’Alamera. «Me siento muy orgullosa de ello, y sobre todo por mi padre, que físicamente no está con nosotros pero que espiritualmente lo está siempre», explicó Elisa. «Espero que no sea la última vez que podemos unir nuestras obras y podamos hacer más exposiciones conjuntas», añadió Pomar Bofill. Acerca del hecho de que gran parte de la familia se haya dedicado al arte, Elisa apuntó que no es genético: «Hay que vivir con gente como mi tío o mi padre para haber vivido desde muy pequeños ese sentimiento acerca de lo que es el arte, y luego que permitieron que nosotros hiciéramos nuestra obra por nuestra cuenta. Ellos son los maestros», recordó Elisa mientras Pomar Bofill asentía.

«El primer Xim que llegó aquí (así se conocía a Joaquim Pomar cuando llegó a la isla a finales del siglo XIX) era joyero —rememoró el fotógrafo— y hemos ido siguiendo unos hacia una disciplina y otros hacia otra, pero siempre ligados al arte».