Diversas perspectivas de Can Manuel d’en Corda.

Una pequeña casa rural, como otras muchas en Formentera, con pinos a su alrededor y una chumbera en uno de sus laterales. Así se ve Can Manuel d’en Corda en algunas fotografías en blanco y negro. Realmente, una casa que a primera vista no parece la misma después de que los arquitectos Marià Castelló y Daniel Redolat pusieran sus manos sobre ella para una rehabilitación que les ha valido ser seleccionados para los premios de la demarcación insular del Col·legi d’Arquitectes balear, pero también para que revistas y webs especializadas hayan puesto sus ojos en la obra.

Es el caso de Diseño Interior, que le dedica una amplia cobertura de diez páginas en último número con el titular Rústico Reloaded y en el que su autor se preguntan: «¿Cómo rehabilitar sin invadir? ¿Cómo respetar la historia marcando a la vez cierta distancia con ella?». Y se responden: «Marià Castelló y Daniel Redolat manejan con igual cuidado la escala y el entorno frágil de la isla», adaptándose «como un guante a la topografía» y «reduciendo la paleta de materiales».

Situada en la vénda del Cap de Barbaria, Can Manuel d’en Corda respondía en su origen a la arquitectura popular formenterense situada entre el siglo XVIII y el XIX y la intervención de los arquitectos se ha centrado en conseguir una volumetría fragmentada para evitar en lo posible su protagonismo en el entorno inmediato. La que fuera la casa original se mantiene como sala de estar, comedor y cocina y sirve como acceso principal.

Para Castelló y Redolat, la satisfacción por esta difusón viene «por el reconocimiento que supone la publicación de una propuesta arquitectónica que interviene en clave contemporánea sobre un elemento patrimonial y que procura añadir nuevos valores a los que ya tenía de por sí, huyendo de las intervenciones miméticas o las referencias descontextualizadas que tanto abundan en nuestras Islas».