El mes de agosto ha sido el escogido por la galería Oikoumene (Carrer d’Enmig 11, en la Marina) para mostrar en una exposición colectiva de verano algunos de los artistas que han presentado su obra en la sala en los últimos meses. La muestra permanecerá abierta hasta el próximo día 31 de agosto.
La colectiva incluye cuarenta obras originales en diversas técnicas, soportes y formatos, además de dibujos preparativos y litografías. Junto a la exposición, la galería también presenta la colección permanente de Helena Paredes y una pequeña selección de arte primitivo de África e India, así como joyas diseñadas por la artistas libanesa Zena Baroudi.
Los artistas que participan en la colectiva de verano de Oikoumene son el menorquín Carles Gomila; los catalanes Fran Recacha, Enric Aromí-Masriera y Noel Martínez Cando; los ibicencos Sonia Torres Roig y Miguel Pardo Villangómez; el mallorquín Miguel Ángel García; el toledano Eugenio Fernández, y la suiza Caroline Nijman.
Esta amalgama de artistas permite recorrer la sala pasando del expresioinismo de Nijman al simbolismo de Pardo Villangómez, pasando por el innovador tratamiento fotográfico de Aromí-Masriera o la figura femenina interpretada por Gomila.
9 comentarios
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Estoy siguiendo con interés el coloquio, que ya puedo imaginármelo acalorado en pleno agosto, en el rincón de un rancio cafetín. Unos prefieren sangría o Petrus del 64, otros aceitunas y palillos... qué metáforas... Y eso hablando de arte. El Sr. Chuclose resulta un tanto fatuo y fútil en su último comentario y el Sr. Aromí trasluce un tanto resentido (aunque al menos él firma con nombre y apellidos, lo que es muy de apreciar, en lugar de ocultarse en el anonimato de un nickname). Por último el amante del arte defiende el arte en medio de este disco-mundo que es Ibiza (una idea muy distinta a la de Prattchett, aunque puede que igual de disparatada). Sigo leyendo...
Es necesario reinventar el concepto "sangría de champán" puesto que el Arte que tiende a lo decorativo es innecesario, o sea: futil, mudo, amputado, acomodaticio a la vieja usanza cristiana, empapelador de paredes y sobre todo, lo más importante: molesto. Nada que mejor que un cóctel con aceituna y palillo.
Es impagable leer los comentarios del tal Chuck, seguramente debe trabajar en algún chiringuito de playa ya que parece ser sólo entiende de sangrías, no voy a meterme en la calidad de estas puesto que no necesito aditivos para que mi cabeza funcione a la perfección. Aún y así, le agradezco al tal Chuck sus referencias que no hacen más que exponer el nivel cultural de nuestro desgraciado entorno. Lo tendré en cuenta especialmente en mi próxima Conferencia en el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago, el próximo 24 de Noviembre a la cual está invitado a tomarse una sangría. (Evidentemente de Petrus del 64, como debe de ser)
Es innegable que vender sangría o mojitos en Ibiza es más rentable que vender arte en casi cualquier parte, ese es un hecho impepinable. También huelga decir que cada cual sabe mejor que nadie cómo quiere vivir (admirable o mediocremente) y qué suerte de alegrías aspira a obtener en su vida, que no hay ninguna que no apareje algún sinsabor. Por último, la referencia a Chuck Close no pasa desapercibida.
Querido amante del arte en ibiza,soy Chuclose y escribo estas líneas para dejar bien claro que de ninguna forma tenía entre mis fines la intención de crear polémica sobre la mediocridad del arte en ibiza ni sobre la pequeña y mediana empresa en esta isla; es más, como muy bien dice usted, el negocio es el negocio, y queda claro que el criterio en torno a los sinsabores de la Estética y la maximización del beneficio lo define el galerista o los socios capitalistas si se da el caso. Por lo tanto nada mejor que vender sangría o mojitos en Ibiza ya que incluso le dan más alegría al espíritu que algún cuadro colgado sobre el sofá.
Estimado enric, estos errores suceden porque en los medios locales (e imagino que en muchos otros) no hay una prensa especializada y suele cundir la prisa por cerrar el editorial. Estimado chuclose, en cualquier caso, si esta galería lleva hasta la fecha tres veranos y un otoño subsistiendo por los propios medios de sus dos muy jóvenes propietarios, lo que es un récord para esta clase de negocio y más en Ibiza, no será porque esté vendiendo "garrafón".
Muy señor mío: las "colectivas" en verano son como la sangría, unas veces te las bebes bien y otras te dan garrafón. Eso sí, siempre hay que disfrutarlas donde corra la brisa.
Me gusta el voto negativo a mi anterior comentario. Demuestra que en este País, nadie tiene derecho a expresar su opinión ni a llamar las cosas por su nombre. Mientras vivamos como hipócritas, no nos libraremos de la mediocridad.
Me preocupa mucho que a estas alturas culturales y de entendimiento formativo en la que se encuentra la profesión periodística, aún muchos medios confundan el hiperealismo con la fotografía. Señores, les ruego, sin denostar en nada el Arte de la Fotografía, que llamen a las cosas por su nombre. Si desean más información sobre mi estilo o técnica, les invito muy cordialmente a explicárselo.