Pere Reynés, ayer, en el Puig de Missa frente al órgano que ha diseñado para la iglesia.

Es casi una carrera contrarreloj. Desde hace algo más de una semana, Pere Reynés se ha instalado en la iglesia del Puig de Missa para colocar en el templo de Santa Eulària el órgano que ha diseñado y construido en su taller de Campanet (Mallorca). Pendientes de la llegada de los tubos, alrededor de 900, que proceden de Alemania, el tiempo se está echando encima de quienes trabajan en la instalación, puesto que la inauguración está prevista para el próximo día 4 de mayo y un trabajo de estas características tiene sus plazos.

Hace cuatro años que la parroquia de Santa Eulària encargó el órgano al taller de Reynés, que comenzó su fabricación hace aproximadamente un año y medio. Con un coste de unos 120.000 euros, se decidió que fuera una cuestación popular la que lo financiara y, para conseguirlo, la parroquia ha organizado todo tipo de eventos, desde rifas y conciertos, a matanzas y la grabación de un cd del coro parroquial. Según explica el párroco, Vicent Ribas, las diversas iniciativas han recaudado unos 90.000 euros durante estos cuatro años, por lo que los esfuerzos para recaudar dinero deberán continuar un poco más.

En el interior de la iglesia del Puig de Missa, y a la espera de que lleguen los tubos, Reynés ha instalado ya el mueble y la mecánica del órgano en la zona del coro. Sobre su creación, Reynés señala que no es «ni grande ni pequeño, se trata de un órgano modesto, bastante adecuado al espacio del Puig de Missa». Porque si una cosa conoce Reynés después de sus muchos años dedicado a diseñar y construir órganos es que cada uno está hecho a medida, atendiendo a las características de cada recinto. En el caso del Puig de Missa, el órgano tenía que adaptarse al coro, donde se encuentra la única entrada de luz del templo que, lógicamente, no podía quedar tapada.