Eivissa abrió ayer oficialmente la serie de eventos con los que se conmemora en la Isla el Día Internacional de los Museos y lo hizo con la exposición que Sarah Nechamkin inauguró durante el mediodía de ayer en el Museu Puget de Dalt Vila y que permanecerá en sus salas durante lo que resta de año.
Nacida en Londres en 1917, Nechamkin llegó a Eivissa en 1961 después de haber sufrido el abandono de su padre a los seis años de edad y de ser testigo en directo de la Segunda Guerra Mundial (perdió a su madre en un bombardeo y a familiares en los campos de concentración nazis). En este rincón del Mediterráneo conoció a Pepe Ballesteros, quien se convertiría posteriormente en su esposo; y con él recorría ayer las salas del Puget haciendo memoria, recordando cada pincelada de su pasado artístico enfrentándose a las obras expuestas, algunas de ellas nacidas a los pocos años de llegar a la Isla. Mientras Nechamkin observaba, casi estudiaba, cada uno de los cuadros expuestos, amigos y admiradores de su obra se acercaban a ella para felicitarla.
Sarah Nechamkin. Paisatges i ocells supone también un recuerdo para la fallecida Kety Montero, quien figura como comisaria de la exposición a título póstumo, junto a Elena Ruiz Sastre, directora del Museu d’Art Contemporani (MACE), y Martin Davies. Para ella fue precisamente el brindis más emotivo de la mañana en Dalt Vila, realizado por Ballesteros.
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Su obra es tan bella como la maravillosa artista que hay detrás.