Lluís Ferrer, Ana Costa, Miguel Molina y Cristina Francioli, ayer, en el Palau de Congressos de Santa Eulària. | P.T.

Miguel Molina dirige la adaptación teatral de la primera de las novelas de la trilogía El hondero, de Lluís Ferrer, titulada Aníbal y el Ibositano, y al escucharle hablar acerca del trabajo que ha desempeñado con sus actores se llega a la fácil conclusión de que está disfrutando con el proceso. «El teatro es un juego maravilloso, pero un juego», decía ayer en el Palau de Congressos, precisamente el recinto que acogerá este sábado el estreno de la obra (21,30 horas), acompañado por Ferrer; por la concejala de Cultura de Santa Eulària, Ana Costa, y por la dramaturga Cristina Francioli, autora de la adaptación teatral del texto.

Molina se deshizo en elogios hacia los cinco actores que dan vida a los protagonistas de la historia (Miquel Riera, Enrique Sánchez, Miguel Pérez, Martin Watson Todd y Carolina Cardona), de quienes destacó su «esfuerzo y entusiasmo» durante todo el proceso de ensayos. «Aunque no son profesionales, lo parecen por su gran esfuerzo y su gran trabajo», remarcó Molina, quien hizo hincapié en el hecho de que cada uno de ellos tiene su propio empleo, lo que ha dificultado el poder coincidir para organizar la preparación de la obra. Asimismo, el director agradeció el apoyo del Ayuntamiento de Santa Eulària (que expresó con un ostentoso beso en la mejilla de la concejala). «Con toda la ayuda que hemos recibido hemos podido sacar adelante una función muy digna para los tiempos que corren», dijo.

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