El auditorio del Conservatori Professional acogió ayer el concierto de fin de curso de los alumnos del centro.

El Conservatori Professional de Música i Dansa d’Eivissa i Formentera está a punto de cerrar un nuevo curso, un periodo en el que se han incluido nuevas especialidades musicales y que su director, Jaume Manuel Ribas, analiza con optimismo de cara al futuro. Un horizonte en el que se ha marcado como objetivo poder llegar a formar una orquesta sinfónica juvenil.

«Es una cosa que tenemos en mente en el Conservatori, aunque para conseguirlo debemos poder incluir las especialidades que faltan, como fagot y oboe, y también canto. Hemos detectado mucha afición al canto últimamente y hay que priorizarlo», apunta el director.

La finalidad de esa orquesta sinfónica, cuyos miembros tendrían edades comprendidas entre los doce y los dieciocho años, sería «pedagógica y sin ningún ánimo de lucro», especifica Manuel Ribas. «El perfil sería docente para que en ella se pudieran hacer prácticas para que los alumnos pasaran a continuación a una sinfónica profesional. Se podría hacer un símil con un equipo de fútbol, que tiene al primer equipo y luego las categorías inferiores que van suministrando jugadores», explica. Pero esta «máxima ilusión» del director pasa por incorporar esos instrumentos que faltan en el Conservatori, algo que espera que suceda «en un futuro no muy lejano». «Estoy convencido de que una sinfónica con alumnos del Conservatori podría funcionar a muy buen nivel y se complementaría con colaboraciones con otras entidades musicales de la Isla, ya que podemos hacer cosas muy interesantes entre todos», remarca.

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