Donlon, Costa, Ramón, Cervera y Bechmann, ayer, en el salón de plenos del Ayuntamiento de Sant Antoni. g G. G. LAMA

En junio de 1988, la cantante Nico (nacida como Christa Päffgen en la ciudad alemana de Colonia en 1938) se subió por última vez a un escenario. Fue en el Planetarium de Berlín y aquella noche cantó The Sound I, The Hanging Gardens Of Semiramis, Your Voice, I Will Be Seven, Fata Morgana, All Saint’s Night, The Sound II y You Forget To Answer. Tenía previsto ir desde Alemania a Nueva York, pero en el último momento cambió de idea y decidió dirigirse a Eivissa, donde su hijo había llegado unos días antes. Nico no volvería a abandonar la Isla. El 18 de julio de aquel año se cayó de su bicicleta en la avenida España y falleció debido a un derrame cerebral.

Hoy, exactamente veinticinco años después de aquel día, sa Punta d’es Molí, en Sant Antoni, abrirás las puertas de la exposición Nico Tributo!, un homenaje que ha sido comisariado por Miquel Costa junto con Helen Donlon, Ulrike Bechmann y Wiltrud Schwetje y cuya inauguración tendrá lugar a las ocho de la tarde.

El primer acto de este tributo consistirá en una conferencia del crítico musical Rafa Cervera y la velada de hoy ofrecerá también la oportunidad de escuchar a los músicos James Young y Lutz Ulbrig. En las salas de sa Punta d’es Molí podrán verse desde la discografía oficial completa de la cantante (junto con algunos discos pirata), hasta diversa documentación y fotografías (una de ellas de su último concierto en Berlín y que no había podido verse hasta ahora), pasando por clips de sus canciones y actuaciones y los testimonios de las personas de la Isla que la conocieron.

«Me gustaría resaltar las buenas vibraciones que ha habido en este proyecto. Pocas veces se consigue trabajar tan a gusto», señaló ayer Costa en la presentación de la exposición. «Nico gustaría más o menos en lo musical y en lo personal, pero no pasaba desapercibida y no podemos permitirnos en lujo de que pase desapercibida en la Isla, se merecía un tributo en Eivissa», añadió el comisario, para quien la Isla «siempre fue un refugio para ella, bien para descansar, para reflexionar o para curarse en alguna ocasión».

Sara Ramón, concejala de Cultura de Sant Antoni apuntó que se trata de «un homenaje ibicenco por parte de gente que la quería» y recordó que la artista llamaba a Eivissa «la isla de las delicias».

Biografías

La comisaria Helen Donlon, editora y experta en derechos de autor, se ha hecho cargo de las conexiones británicas de Nico, así como de analizar su influencia en la escena musical inglesa, y destacó que era muy reconocida entre los artistas, pero no entre los críticos. Además, Donlon estableció que «Eivissa era una parte importante de su vida y sus biografías no dicen mucho acerca de eso. Para Nico era también su casa». Por su parte, la artista gráfica y también comisaria Ulrike Bechmann ha sido la responsable de bucear en el universo alemán de Nico. Bechmann reconoció que en el caso de la cantante «eran muy importantes ls múltiples caras que tenía y que cambiaba continuamente». Además, recordó que no solía sonreir y que «su voz era fascinante».

Rafa Cervera ha sido el encargado de ceder el grueso de los vinilos que se muestran en la exposición, que definió como un proyecto «estupendo e ilusionante». Sobre la conferencia que ofrecerá esta tarde en sa Punta d’es Molí, el crítico musical avanzó que la «idea fundamental es reivindicar a Nico como artista por su legado, que es muy importante aunque no sea muy conocido y esté poco valorado». Y este reconocimiento debe comenzar «por su música» y su experiencia en el mundo que la rodea, donde sufrió del machismo imperante y no se le toleraban actitudes que sí lo hubieran sido en el caso de que ser un hombre. «Su legado musical fue muy importante y hay que arrojar luz sobre él».