Bonnín entra en el salón de actos del Monogràfic, que acoge las Jornades Colombines. | DANIEL ESPINOSA

La falta de información acerca de la figura de Cristóbal Colón se debe a que él mismo, y su familia, la ocultó «porque en ello le iba la vida», por lo que hoy en día casi nadie cree la historia situada más allá de la versión oficial. ¿Y cuál es esa historia? se pregunta el periodista, escritor e investigador mallorquín Pere Bonnín, ofreciendo al mismo tiempo la respuesta: «Judío, catalán y de Eivissa, el navegante Cristóbal Colón no podía exhibir peores referencias tanto en la corte de Aragón como en la de Castilla, por esto las escondió y ahora nadie se las cree». Esta fue una de las aseveraciones que Bonnín realizó ayer por la tarde en la sala de conferencias del Museu Monogràfic de Puig d’es Molins, donde abrió las jornadas sobre Colón, que finalizarán hoy (19,00 horas) con la lectura por parte de Pere Vilàs de una conferencia de la profesora e investigadora estadounidense Estelle Irizarry, quien no ha podido viajar a la Isla por un problema familiar.

Bonnín considera que la tesis de Nito Verdera que sitúa el origen de Colón en Eivissa «está muy bien estructurada, no tiene muchas fisuras y sólo le faltaría encontrar el libro con el registro del nacimiento o del bautizo de Colón», algo que cree muy improbable. «En cada revuelta se quemaban los archivos que se encontraban, porque eran la base para cobrar los impuestos», añade Bonnín. «Puede que no naciera en la Isla, pero era ibicenco de naturaleza, porque cuando veía un accidente geográfico en América parecido a uno de Eivissa le ponía el mismo nombre y eso es algo que hacen los marineros, poner nombres de su propia tierra». En el caso de los topónimos registrados por Colón en el Nuevo Mundo, especifica, un 28 por ciento se corresponderían con nombres similares o iguales a los ibicencos.

Pero en la historia del navegante se da la circunstancia de que el misterio aumenta al mismo tiempo que las investigaciones que contradicen la biografía comúnmente aceptada. Junto a la teoría del origen ibicenco de Nito Verdera se encuentra la que señala a sus supuestos orígenes judíos, un campo en el que Pere Bonnín también ha indagado con interés.