Moisès Sala, durante una de las actuaciones de The Gospel Viu Choir.

La primera edición de Llum de Cors, el encuentro navideño de canto coral que impulsa el Consell d’Eivissa, contará este sábado en el Palau de Congressos con la presencia como agrupación invitada de The Gospel Viu Choir, una agrupación nacida en Catalunya y que dirige Moisès Sala, quien considera que su conjunto se diferencia del resto por el repertorio que interpretan.

—¿Cuándo nace el proyecto?

—Comenzamos a nivel de grupo a finales de 2002 y para entonces hacía un par de años que lo preparábamos. Éramos una agrupación pequeña, de catorce personas, y hemos ido creciendo siempre a partir de la selección de voces en diversas audiciones porque no es un grupo de entrada libre. Hoy somos una formación de ochenta personas de diversas nacionalidades pero todos con residencia en Catalunya. Es un proyecto muy global, no local, porque coge gente desde la frontera con Francia, en La Jonquera, hasta Vilafranca del Penedès, al sur de Barcelona.

—¿Qué hace diferente a The Gospel Viu Choir?

—Supongo que cada uno piensa que su coro es diferente y especial. Nos consideramos diferentes, ni mejores ni peores, sobre todo por el repertorio. Buscamos que sea diferente a los que pueden encontrarse en el mercado habitualmente. Desde los primeros conciertos en 2004 hasta 2007, cuando todo el mundo hacía gospel tradicional del siglo XX con música de fondo, tipo Happy Day y otras canciones, nosotros optamos por los espirituales negros. Hicimos un espectáculo que se titulaba Marching to Freedom, que eran espirituales muy verticales, muy ‘a capella’, para aprender a cantar, para conocer este estilo desde la base. Cuando todos pasaron al espiritual nosotros volvimos al tradicional del siglo XX, con los clásicos que todo el mundo conoce y relaciona con el gospel. En 2010 estrenamos en el Palau de la Música Espirituals, otra propuesta de espirituales, pero no los tradicionales, sino los del siglo XXI, de hoy, con una nueva hornada de autores de EE UU. Y ahora, para cerrar el círculo, nos faltaba la parte moderna, del XXI, del gospel, todo ese movimiento más urbano, que nosotros denominamos ‘urban gospel’. Son canciones no conocidas por el gran público de compositores que hoy en día siguen componiendo, con mucho funky y mucho ritmo.