Primera actuación de la Simfònica tras finalizar la huelga, el pasado mes de noviembre en el Auditòrium de Palma. | A. GIL

La Orquestra Simfònica de Balears ha abierto este mes una nueva etapa de su historia, marcada recientemente por el conflicto económico, institucional y laboral. Resuelta en octubre su última y más grave crisis, el Consorci per a la Música de les Illes Balears, que gestiona la orquesta desde hace veintiséis años, ha desarrollado una nueva estrategia de viabilidad para la Simfònica que pasa por cuadrar sus cuentas como paso previo a que el Govern tome las riendas de la formación en solitario desde este inicio de año. Información esta última que adelantó Ultima Hora hace unas semanas.

La salida del Consell de Mallorca y el Ajuntament de Palma es económica. De hecho, la institución insular, que ayer presentó sus presupuestos, no contempla partida alguna para la Simfònica. Sí la anunció en los suyos el Consistorio, a modo de previsión. Pese a la nueva situación, ambas instituciones seguirán formando parte de la orquesta porque «culturalmente es positivo, también para temas de coordinación», apuntó el vicepresidente Joan Rotger, quien agradeció «el trabajo que se está haciendo desde el Govern» para «facilitar las cosas».

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