El holandés Eric de Bont se ha pasado 18 años enseñando a alumnos de todo el mundo los secretos para convertirse en un buen clown desde su pequeña sede situada a la entrada de Sant Josep. | ARGUI

La International Clown School ya no abrirá más las puertas de su estudio en Sant Josep. Finalmente, y tras un año en el que la compañía se ha dedicado a viajar por todo el mundo con su espectáculo itinerante, su director, el holandés Eric de Bont, ha decidido cambiar Eivissa por Maó, en Menorca.

Atrás quedan 18 años dedicados al mundo del clown en Eivissa, el aprendizaje de multitud de alumnos llegados de todas partes del mundo, y un hueco muy difícil de volver a llenar. «Es una pena pero aunque me duela mucho confesarlo ya hace un par de años que empecé a sentir que mi época en Eivissa se había terminado y por eso he decidido continuar con la escuela en otro sitio, aún sabiendo que con nuestra marcha dejamos un agujero muy grande en la Isla», confesaba ayer a Ultima Hora el propio Eric de Bont.

Por ello, la decisión de cerrar la escuela, aunque no estaba confirmada, casi era un secreto a voces desde diciembre de 2012. «Ya hace un par de años comencé a notar que necesitaba un cambio y por eso puse en marcha un proyecto nómada en el que impartí cursos en quince países de todo el mundo y que me llevó a Menorca, donde desde el primer día me encontré muy a gusto y vi que podía ser un lugar ideal para empezar de nuevo», asegura el director holandés.

Precisamente, De Bont argumenta que los motivos del traslado han sido varios, desde motivos personales a la transformación que sufrido Eivissa en los últimos años. «Desde que el ruido, las grandes discotecas, los beach clubs y el turismo masivo y descontrolado empezó a inundarlo todo, empecé a sentir que perdía la paz que necesito para ser feliz desapareciendo además todo lo que me había atraído de Eivissa cuando llegué por primera vez hace ya dieciocho años».

A pesar de todo, el director de la International Clown School no siente que se le ha expulsado de Eivissa. «Es totalmente entendible que mucha gente no comprenda mi decisión de dejar una isla como ésta, con todo lo que ofrece y con todo lo que ayuda el nombre de Eivissa para cualquier iniciativa en el mundo, pero ha sido una decisión muy meditada y de momento en Menorca me he vuelto a encontrar conmigo mismo», explica.