Pilar Marí, Vicent Serra y José Ramón Bauzá siguen atentamente las explicaciones de Joan Punyet sobre una de las dos obras que nunca se habían fotografiado. | DANIEL ESPINOSA

«Ya era hora de que Miró llegara a Eivissa». Así de contundente se mostró ayer el presidente del Govern balear, José Ramón Bauzá, durante el discurso de inauguración de la exposición Joan Miró. La llum de la nit, en la que se pueden contemplar en el Museu d’Art Contemporani d’Eivissa 25 pinturas, un tapiz y catorce esculturas de bronce realizadas por el pintor, escultor, grabador y ceramista barcelonés realizadas entre 1960 y 1970.

Por ello, Bauzá destacó que la llegada de esta muestra a la Isla, hasta el próximo 15 de agosto, se trata de una oportunidad «única» de disfrutar con «obras inéditas de la época menos estudiada pero a la vez más enérgicas y creativas del genial creador catalán». De hecho, en esta exposición itinerante, que después de Eivissa llegará a Menorca y a Palma, donde permanecerá todo un año, se pueden contemplar 13 obras que no se habían expuesto antes e incluso, dos de ellas, que ni siquiera se habían fotografiado: Personnages, realizada en óleo y esmalte sobre plástico en el año 1976 y Femme dans la nuit, hecha en tinta, cera y lápiz sobre cartón arrugado en 1979.

Junto al president del Govern también estuvieron presentes el president del Consell, Vicent Serra; la alcaldesa de Vila, Pilar Marí; la consellera d’Educació, Cultura i Universitats del Govern, Joana María Camps; el nieto de Joan Miró, Joan Punyet; la directora del MACE, Elena Ruíz Sastre; y el comisario de la muestra, el escritor y crítico de arte, Enrique Juncosa.