Una de las pequeñas actrices muestra sus habilidades en la función del domingo.

«Alucinante», «increíble», o «maravilloso». Estos son sólo algunos de los adjetivos que empleó ayer Silverio Marín, Guisante, para resumir el resultado de la edición de este año del Festival de Teatro Infantil de Sant Josep (Festín) que se clausuró el domingo en Sant Jordi.

«Cada año ponemos el listón más alto y gustamos más como refleja el que prácticamente todos los días hayan estado ocupadas las 250 sillas de la carpa y haya habido gente de pie y sentadas en el suelo», continuó su director y creador, que desde 1982 se desvive por traer durante dos fines de semana a los mejores artistas y compañías tanto ibicencas como nacionales e internacionales.

En esta ocasión han sido 29 los grupos participantes, llegados desde Barcelona, Bilbao, Mallorca, Ourense, Vitoria, Bélgica, Italia, Canadá y, por supuesto, Eivissa, que también volvió a aportar cuenta cuentos, grupos de teatro y formaciones escolares, incluyendo la del colegio de Can Cantó, que aunque no aparecía en el programa oficial por un pequeño contratiempo finalmente actuó el sábado con gran éxito de público.