Josep Planells Bonet, ‘Pep Negre’, compaginó a la perfección a lo largo de su vida su trabajo de sacerdote con la producción literaria que le permitió firmar ejemplares de sus libros hasta los 84 años. g Fotos: EDITORIAL MEDITERRÀNEA / UH | GERMAN G. LAMA

Josep Planells Bonet, Pep Negre, (Sant Rafel, 1928 - Eivissa, 2004), falleció este domingo en torno a las diez de la mañana en la residencia Reina Sofía de Vila y hoy, a las 17.30 horas, se le rendirá un sentido homenaje en la iglesia de Sant Rafel.

Será la ocasión para que todos los vecinos que lo deseen puedan dar el último adiós a este sacerdote, poeta y escritor, que se ganó el cariño y el respeto de todos aquellos que le conocieron. «Era una persona muy espiritual, humilde y cercana y su puerta estaba abierta para todo el mundo, ya que siempre tenía un momento para escuchar, sin importar si eran negros, blancos o rojos o azules, y eso, en los tiempos que corren, es difícil de encontrar», explicó ayer a este periódico Miquel Costa, creador de la Editorial Mediterrànea, donde se publicaron todas sus obras.

Tras entrar en el Seminario en 1939 y ser ordenado sacerdote en 1951 ejerció en las parroquias de Sant Vicent, Sant Francesc y Sant Carles, hasta que regresó a su pueblo, Sant Rafel, en 1977, donde estuvo tres décadas. «Todo este pueblo y su gente está llorando su pérdida, fue un ejemplo por su trayectoria humana y vital y su presencia ha marcado un antes y un después dejando un hueco imposible de cerrar», aseguró ayer a

PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA José Ramón Serra, presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Rafel.

«Compromiso con su tierra»

Además, Pep Negre, que aprendió a leer y escribir en la escuela pública de Sant Rafel, y que está considerado como un discípulo avanzado de Isidor Macabich y de Vicent Serra i Orvai, ha dejado una importante huella en la cultura ibicenca tras compaginar su actividad pastoral con la literaria. Empezó a escribir en catalán en 1968, durante su etapa en ses Salines, aunque no publicó su primer poemario, Lectures poètiques, hasta 1988. Después, continuaron Ressó del paratge, en 1993; Remembrances, en 1995; Vora el foc, en 1997; Hora màgica, en 1999; Viatge insòlit, en 2002; Musa Fugaç, en 2003; Es Vedrà, en 2005 sobre la vida del beato Pare Palau; y Forca amunt i forca avall, de 2012 y que publicó apenas cumplidos los 84 años. «Recuerdo a pocas personas que tuvieran un compromiso tan firme y leal con su tierra y que apostaran tanto por la lengua catalana, Eivissa, su gente y nuestra historia», confirmó Marià Serra, presidente del Institut d’Estudis Eivissencs.

Entre otros premios recibió la Menció d´Honor Sant Jordi del Institut d´Estudis Eivissencs, el Premi a la Producció Cultural Ibiza del Institut d´Estudis Baleàrics, la Forca de Fang de la asociación de vecinos de Sant Rafel y la Medalla de Oro de Sant Antoni y el Ramon Llull.