Los jóvenes prepararon una ‘performance’ en la que intentaron aprovechar las posibilidades que ofrece el albergue de Can Tomeu. | (c) Sergio G. Canizares

El Campament Musical d’Estiu que organiza todos los años el Taller de Flauta Dolça Albarca ha cumplido en este 2014 su mayoría de edad, y para conmemorarlo preparó este miércoles una actuación en el albergue de Can Tomeu de Vila que incluyó una muestra de todas las actividades artísticas en las que han tomado parte los veinte niños participantes.
Según su directora, Laia Tur, este año han acudido al campamento jóvenes de Eivissa, Madrid y Barcelona, con edades comprendidas entre los 12 y los 17 años, que han recibido clases de música, creatividad, danza o canto. «Hemos vuelto a tener el privilegio de contar con jóvenes que han estudiado en el Conservatorio y que tienen el título de monitor de tiempo libre, y con África Morris, para el área de danza, o Ricardo Gasent para el canto, lo que ha repercutido muy positivamente en todos los participantes», explicó Tur.
Además, en esta edición, que por primera vez se extendió hasta los diez días suponiendo «un bonito reto para todos», se propuso el principio y el final como temática conjunta para todas las actividades. Esto originó, según Laia Tur, que los jóvenes crearan historias sobre la muerte, la relación con los amigos o los grados de afinidad que surgen entre desconocidos, y que también influyó en la performance del miércoles en Can Tomeu.