Pere Galiana, en su pequeña casa de es Cap de Barberia.

Después de dar varias vueltas conseguí llegar al punto de encuentro con el escritor y etnólogo mallorquín Pere Galiana, en una pequeña casa de es Cap de Barberia. Tanto él como su mujer Mercé, que fue profesora del IES Marc Ferrer de Formentera durante dos años, me recibieron con una amabilidad exquisita, y yo con el objetivo de conocer los contenidos del libro Formentera. La vida en el passat, que Galiana presentó ayer en la Casa des Poble de El Pilar de La Mola.

Según Galiana, «el objetivo de este libro sobre Formentera, isla que visito desde hace más de 50 años, fue el de poner en papel todas aquellas anotaciones que había hecho durante años en las charlas mantenidas con Francisca Mayans Mayans y parte de su familia que viven en La Mola».

Entusiasmo

De esos relatos surge un primer borrador que Pere Galiana escribe a máquina, luego hace fotocopias y lo encuaderna de, manera casera, «para regalárselo a la familia y que sus hijos y nietos sepan de la historia de la isla y que termina entusiasmando a mi editor, Lleonard Muntaner».

La obra, escrita en catalán y con prólogo del profesor y ex alcalde de Formentera, Isidor Torres, nos remite a distintos períodos del Siglo XX, «destacando sobre todo lo vivido antes y en los primeros años después de la Guerra Civil, cuando aquí la gente vivía de una economía de subsistencia, basada en gran parte en el trueque, no tenían luz, ni radio, ni recibían periódicos, en resumen estaban aislados y más en La Mola», comentó Galiana.

Pere Galiana aborda en el libro, con la ayuda de los relatos de Francisca, las costumbres de la pagesía y los trajines que debían hacer para subsistir como transportar a Eivissa desde el Mollet de Es Caló o desde es Ram; lanas, animales, cereales y otros productos para venderlos en la isla vecina en un llaut pequeño y a vela, con buena o mala mar.

El libro recoge también como se vivió en la isla la Guerra Civil Española con la instalación de la Colonia Penitenciaria de La Savina, así como la Segunda Guerra Mundial con la ubicación de una base de hidroaviones en ses Estany Pudent.

Tampoco faltan los peluts o hippies, que llegaron a la isla a mediados de los años sesenta y que según Galiana, «toda la gente con la que he hablado tiene un recuerdo muy bueno de ellos porque eran muy educados, preparados y se adaptaban sin problemas a las condiciones de vida de la isla, nada que ver con los imitadores que llegaron décadas después».

Galiana recoge además recuerdos sobre el faro de La Mola y también dedica un capítulo a la sanidad, «ya que la mayoría de las mujeres parían en sus casas, ayudadas por alguna otra que tuviera un poco de experiencia en este tema», sin olvidar la arribada del turismo, «algo que la mayoría no imaginaba que sería la principal industria de la isla»:

«Yo creo que este libro contesta muchas de las dudas o curiosidades que tenemos los ‘formenterófilos’, un término que he acuñado para definir a todos aquellos que no hemos nacido aquí pero consideramos a esta tierra como nuestra casa», concluyó el escritor.