Después de seis años consecutivos la Trobada de Cors reunió el sábado pasado a más de 200 asistentes en la sala de actos del Centro Cultural de Puig d’en Valls en un acto organizado por Manos Unidas y un objetivo común, la lucha contra el hambre.

La gala benéfica dio comienzo a las 20 horas con la participación de dos coros rocieros de los municipios de Sant Antoni y Sant Jordi. A continuación, pasaron por el escenario los principales conjuntos corales de la isla, el Coro Parroquial de Santa Eulària Màrtir, el Coro Parroquial de Sant Josep de Sa Talaia y los tres coros que congregan a las poblaciones de Sant Llorenç, Sant Joan y Sant Vicent. De los siete participantes, las tres parroquias de municipio de Sant Joan estuvieron dirigidas por Vicent Tur y Carmen Ferrer estuvo a la dirección de las corales de hasta cuatro poblaciones. Cada grupo recibió un obsequio de cortesía tras sus actuaciones de canto litúrgico e instrumental.

Entre los más de 200 asistentes que ocuparon la sala de actos del establecimiento cultural se encontraban miembros de la Diócesis de Ibiza, de los Grupos Parroquiales, socios de Manos Unidas y una multitud de interesados en participar de un encuentro que reúne a familias y amigos. Así lo explica la actual delegada de Manos Unidas en Ibiza, Pepita, que describe la Trobada como «una manera de hacer pueblo entre los diferentes pueblos, una manera de unirlos» en un evento abierto a todos los púbicos.

Asimismo, la jornada del sábado pasado fue muy especial para la ONG evangelista ya que celebró 50 años de historia en Ibiza. La Trobada de Cors fue una más de las actividades programadas para su aniversario y que la organización lleva desarrollando todo el año hasta el próximo mes de enero. Precisamente ayer la agrupación celebró una jornada de comida solidaria en el bar Cruce de Sant Rafel en una de sus numerosas iniciativas de lucha contra el hambre.

«Como ONG hacemos muchas jornadas solidarias cuyo método de financiación se basa en el donativo o a través de rifas», constata la delegada de la organización que del mismo modo, también cuenta con socios y donativos anónimos, de entidades o empresas. Para Pepita las jornadas solidarias son una manera de «hacernos recordar que hay más de 800 millones de personas que pasan hambre en el mundo y que tenemos que hacer algo con ellos».

Además de las diferentes campañas dirigidas a cuestiones concretas, Manos Unidas basa sus líneas de actuación en la financiación de proyectos en países en vías de desarrollo, sensibilización de la población, proyectos sociales, en agricultura, sanidad, educación y promoción de la mujer, a través de la Doctrina Social de la Iglesia. Cabe destacar la labor de las socias – todas mujeres – en Manos Unidas de Ibiza, ya que en 60 años que lleva la organización en España han desarrollado su trabajo durante medio siglo en las Pitiusas.