Varios jugadores en el campo de Son Antem. | Miquel Àngel Llabrés

El turismo de sol y playa no puede llenar los hoteles de Balears los 12 meses del año. El turismo de golf se ha consolidado como una de las principales apuestas desestacionalizadoras, que contribuye de forma importante a prolongar la temporada. El golf es un deporte muy arraigado en Gran Bretaña y en Escandinavia, con numerosos practicantes, pero las condiciones climáticas no permiten a los aficionados jugar durante los meses de invierno. El clima de Balears, en cambio, permite jugar durante la práctica totalidad del año.

Balears dispone de una excelente oferta de campos, que en Mallorca se concentra en una asociación que reúne a 19 clubs diferentes. Menorca y Eivissa disponen de un campo de juego cada una.

El número de turistas de golf se encuentra estancado por encima de los 190.000 visitantes anuales. Durante el pasado 2014 llegaron un total de 192.738 turistas de golf, lo que representa un 1,4% del total de visitantes de Balears. En 2013 se consiguió el máximo número de turistas de golf, superándose por vez primera los 200.000 (203.470). Este tipo de visitante creció de forma clara en 2012, puesto que llegaron 191.480, mientras que un año antes solo habían sido 163.278. El incremento fue del 17,3%.

El turista de golf tiene un alto poder adquisitivo. Las estadísticas confirman que los golfistas tienen un gasto medio por persona muy superior a la media de visitantes. De igual manera, el gasto medio diario es también claramente mayor.

El gasto de los turistas de golf se han consolidado por encima de los 215 millones de euros. Durante el pasado 2014 se gastaron 215.094.500 euros, si bien en 2013 habían sido 218.100.445 euros. El descenso ha sido del 1,4%. El número de pernoctaciones, en cambio, solo ha descendido un 0,6%, puesto que han pasado de las 1.867.708 que se registraron en 2013 a las 1.856.874 del año pasado.

El gasto medio por turista de golf fue en 2014 de 1.116 euros, mientras que los visitantes en general se gastaron el pasado año una media de 885,14 euros. Es decir, que los golfistas gastan 231,14 euros más. Los golfistas gastaron en 2014 44,1 euros más por persona que el año anterior. En 2012, el gasto medio fue de 1.210,8 euros y de 1.120,5 euros en 2011.

El gasto medio diario de un turista de golf bajó en 2014 hasta situarse en 115,8 euros, un euro menos que en 2013 y dos menos que en 2012. En todo caso, el golfista gastó durante el año pasado 7,9 euros más por día que cualquier otro tipo de visitante, que dejó en Balears un total de 107,97 euros por día.

La estancia media de los golfistas fue de 9,6 días durante 2014, mejorando la que se registró en 2013 cuando habían sido 9,2 días. Un año antes, la estancia media había sido de 10,3 días, mientras que los mejores números son de 2011, cuando fue de 10,9 días.

El número de pernoctaciones descendió en 2014 hasta situarse en 1.856.874, y un año antes habían sido 1.867.708. El récord de pernoctaciones de golfistas es de 2012, cuando se produjeron 1.968.596.

La directora general de Turisme, Pilar Carbonell, valora muy positivamente la contribución del turismo de golf a la desestacionalización. “El golf es un producto turístico que nos interesa, ya que los turistas que vienen para jugar nos visitan en épocas del año que no son temporada alta, contribuyendo así a la desestacionalización. Además, es un turismo de calidad. Pensamos trabajar para promocionar este tipo de turismo”, señala.

Carbonell añade su apoyo sin concesiones al turismo deportivo como un elemento que ayuda a la desestacionalización. “El turismo deportivo en general es un sector que queremos potenciar, ya que implica una promoción transversal de nuestra oferta turística. Los golfistas que vienen a Balears tienen un alto poder adquisitivo”, acaba señalando.