La temporada de cruceros 2019 en el puerto de Ibiza se ha saldado con un total de 399.130 cruceristas, lo que supone un nuevo récord absoluto y un aumento del 45% en relación al año anterior, cuando llegaron al puerto de la mayor de las Pitiüses 274.552 viajeros, según los datos publicados por la Autoritat Portuària de Balears. Un incremento de pasajeros que se ha alcanzado con la llegada de 164 cruceros, tan solo tres buques más que en 2018.

La razón de haber incrementado en casi 125.000 cruceristas más en solo un año se encuentra en el tamaño de los barcos. «Los cruceros cada vez son más grandes y tienen más capacidad», asegura Pepe Torres, responsable de Ibiza Mar Consignatarios, la empresa que el año pasado gestionó la llegada de entre el 60 y el 70 por ciento de los cruceristas. «Ya no quedan cruceros pequeños porque dan pocos ingresos», explica el veterano consignatario.

Torres se muestra satisfecho con las cifras conseguidas en 2019, pero enseguida recuerda que el año pasado gestionaron 400.000 euros del impuesto sobre el turismo sostenible que pagan los cruceristas a razón de dos euros por persona en temporada alta. También destaca que en los muelles de es Botafoc, donde atracan los grandes cruceros en el puerto de Ibiza, «no se puede dar un buen servicio porque no tenemos una estación marítima en condiciones».

Desde que en julio de 2013 entraran en servicio los muelles de es Botafoc, liberando así al núcleo urbano de la ciudad de Ibiza del tráfico pesado de vehículos, esta zona dedicada también al transporte de mercancías y de personas de cabotaje cuenta con una carpa provisional de 1.500 metros cuadrados. Una instalación que no se desmontará hasta 2021, que es cuando se espera que esté lista la futura estación marítima, en construcción desde finales del año pasado. «Este verano quizás será un caos con las obras, pero hay que hacer hincapié en que hace falta la nueva terminal», insiste Pepe Torres.

De la misma opinión es Alfonso Rojo, presidente de la Pimeef: «Si queremos dar una imagen de alta calidad no puede ser que los cruceristas desembarquen en una carpa. Los turistas que llegan en barco la primera impresión que se llevan son las vistas impresionantes de Dalt Vila y su llegada a puerto tendría que ser acorde», apunta el presidente de los pequeños y medianos empresarios pitiusos, que desde hace varios años editan con la ayuda del Consell Insular y del Ajuntament d’Eivissa el Ibiza Cruises Shopping Map que se reparte en julio y agosto a los turistas que llegan en crucero para que visiten la ciudad de Ibiza y sepan en qué lugares pueden comer o realizar compras.

Sin masificación

La temporada pasada fue la primera en la que no coincidieron a la vez más de tres grandes cruceros en el puerto de Ibiza, y tan solo en diez ocasiones estuvieron tres buques atracados al mismo tiempo en es Botafoc. Una reclamación de las autoridades y los propios empresarios ante la sensación de «descontrol» que había en la ciudad los días en que coincidían hasta cuatro cruceros. «Al principio hubo reticencias, pero al final se pudo corregir», recuerda el presidente de la Pimeef, quien también destaca la puesta en marcha hace dos temporadas del ‘City boat’, un servicio de barco que por 4 euros ida y vuelta conecta es Botafoc con el muelle de es Martell, en pleno centro de la ciudad. «Fue una reivindicación de los comerciantes del barrio de la Marina, que se quejaban de que no veían a ningún crucerista porque se los llevaban en autobús a hacer una vuelta por la isla o directamente a Dalt Vila», apunta Alfonso Rojo.

Pepe Torres también destaca que «a diferencia de otros destinos, los cruceristas se van de Ibiza muy contentos y con la sensación de que no es un lugar demasiado saturado. La mitad de los que vienen se quedan en la ciudad mientras que la otra mitad recorre la isla en autobús. Muchos optan por la playa, otros saltan a Formentera y encuentran que es un destino con mucha diversidad», sostiene el responsable de Ibiza Mar. Torres también critica la campaña en contra del turismo de cruceros que se lleva a cabo en Mallorca y la intención del Govern de limitar su llegada al puerto de Palma. «Todo aquello es un cuento. Los cruceristas nos vendrán muy bien si hay una bajada del turismo inglés por culpa del brexit», alerta.

Estudio

La Autoritat Portuària de Balears presentó a finales de 2017 un estudio realizado por el Instituto Balear de Estudios Sociales Avanzados (IBES), la UIB y la Cámara de Comercio de Mallorca en el que se ponía de manifiesto que los turistas de cruceros gastan en Ibiza una media de 80,7 euros por persona y escala, por encima de los 72,4 euros de media del conjunto de puertos de Baleares donde atracan cruceros. Este mismo estudio señala que el turismo de cruceros aporta 256 millones de euros a la economía balear, de los que 25,8 millones se generan en el puerto de Ibiza. No obstante, Alfonso Rojo destaca que el turista de crucero, en los últimos años, «se ha democratizado y ya no es aquel turista exclusivo y de alto poder adquisitivo de antaño. Además, la mayoría no comerá ni cenará en la isla porque lo tienen todo incluido en el crucero». El presidente de la Pimeef también lamenta que a principio y a final de temporada, los cruceristas encuentran cerrados muchos de los comercios de la Marina, lo que no da una buena impresión de la ciudad.

Nuevas escalas

Una de las novedades de la temporada 2020 en el puerto de Ibiza serán las 17 escalas que tiene previstas realizar el crucero Costa Diadema entre el 4 de junio y el 24 de septiembre. Este buque tiene una eslora de 305 metros y capacidad para casi 5.000 cruceristas, un tamaño y un aforo superior al del Costa Fascinosa, el barco de la compañía Costa Cruceros más grande que hasta el momento había atracado en es Botafoc. Aunque el crucero de mayor tamaño que recalará en Ibiza será el MSC Divina, de 333 metros de eslora pero de menor capacidad que el Costa Diadema, ya que no llega a los 4.000 pasajeros. Este año, de momento, no se espera la llegada del Independence of the Seas, de la compañía Royal Caribbean, que el año pasado fue el crucero de mayor envergadura, con 339 metros.

En este sentido, Pepe Torres confía en que 2020 «será también una buena temporada» a pesar de que las previsiones de Autoritat Portuària indican que se llevarán a cabo en el puerto de Ibiza 145 escalas, lo que supone un descenso del 11,54 por ciento en relación al año pasado.

El Consell d’Eivissa promocionará este tipo de turismo en las principales ferias del sector de cruceros (la Seatrade Cruise Global de Miami este mes de febrero y la Seatrade Cruise Med Málaga 2020 en septiembre) para «hablar con las compañías y que vengan más cruceros a principio y a final de temporada y de una forma más escalonada, porque no queremos que se nos colapsen los servicios», afirma el director insular de Turisme, Juanmi Costa.

Formentera

El puerto de la Savina no está acondicionado para el atraque de grandes cruceros, pero este año, según las previsiones de la Autoritat Portuària, se espera la llegada de nueve cruceros a Formentera.

Un gran incremento si tenemos en cuenta que el año pasado tan solo fondeó uno a la entrada de la Savina y en 2018 llegaron dos. El crucero de mayor envergadura que fondeará en Formentera será el Europa 2, con 226 metros de eslora y capacidad para apenas 516 pasajeros. Este barco tiene previsto realizar cuatro escalas el próximo verano.