La familia al completo con Jose Antonio Aijón, Maribel Torres, Maria Teresa Díaz, el fundador Antonio Torres junto a su hijo Antonio Torres Díaz y su nieta Azhara Harley. | Gemma Andreu

Conectados permanentemente al teléfono las 24 horas del día, los 365 días al año, Grúas Torres Menorca SL lleva más de tres décadas de servicio ininterrumpido en la isla en asistencia en carretera, rescate y transportes especiales. Un negocio familiar que ha sabido ganarse la confianza de compañías aseguradoras e instituciones por su fiabilidad y vocación de servicio, cuya capacidad para intervención está respaldada por una flota de doce vehículos y una plantilla de nueve personas.

Con más de 8.000 servicios al año, este 2022 van camino de superar el récord de asistencias ya que si el número de vehículos que circulan por las carreteras de la isla ha crecido exponencialmente, el número de incidencias también se ha multiplicado. La suerte es que pueden dar cobertura a toda Menorca desde sus dos bases operativas, una central en el Polígono Industrial de Sant Lluís y una segunda en Ciutadella, dando cobertura a toda la isla. Pese a que la segunda generación ya está plenamente incorporada en el negocio, su fundador Antonio Torres Oliver continúa con la misma ilusión sin dejar su mono de trabajo. El deber llama.

ORIGEN. Antonio Torres Oliver inició su camino empresarial abriendo un taller mecánico a finales de los años ochenta. Tras un largo periodo como operario en diversos talleres de Maó, decidió abrir su negocio propio en la calle San Manuel. «Empecé cuando tenía apenas 16 años y todavía no lo he dejado», explica el fundador de Grúas Torres. Como complemento para mover los coches de sus clientes hasta el del taller, compró una grúa de segunda mano pero al poco tiempo vio que el trabajo de gruista generaba mucha más actividad de la prevista con peticiones que llegaban de las compañías aseguradoras y decidió incorporar un segundo vehículo. Esta pequeña ampliación de la flota coincidió con el traslado a un garaje más grande en la calle Anselmo Clavé. «En aquellos inicios fue cuando compramos las primeras grúas de pala para poder dar servicio a los ayuntamiento de Maó, es Castell, Alaior, Sant Lluís y es Mercadal, con los que todavía seguimos colaborando», explica Torres.

Un despegue que siguió generando cada vez más peticiones de servicio, añadiendo en consecuencia más vehículos, en este caso con plataforma, e incluso una ampliación del rango de acción de la empresa con la apertura de una segunda base en Ciutadella en el año 2000 para poder abarcar definitivamente toda la isla. Posteriormente incorporaron dos camiones portavehículos de 14 y 26 toneladas con pluma, aumentando su capacidad de carga y pasando a mejorar el servicio de rescate, lo que les abrió las puertas a poder ser considerados por la Guardia Civil de Tráfico como proveedores así como otras instituciones como Autoritat Portuària de Balears o el Consell Insular de Menorca, entre otros. «Mientras que las asistencias en carretera se pueden deber a accidentes o averías, los rescates surgen porque el conductor queda atrapado con su vehículo en lugares inaccesibles a los que nos toca ir a sacarlos», explica Antonio Torres.

NUEVA SEDE. En 2013 adquirieron una nave de 600 metros cuadrados en el polígono industrial de Sant Lluís al que trasladaron su base operativa de Maó, consolidando de este modo un espacio más idóneo como garaje y campa para toda su flota de vehículos así como de despacho administrativo. Tres años más tarde, se incorporaba su hija Maribel Torres como auxiliar administrativa para ayudar a su madre María Teresa Díaz en oficina, que había estado durante los primeros años del negocio, asumiendo definitivamente las funciones de nueva gerente. Ese mismo año, además de renovar las grúas con mayor capacidad de carga y prestaciones, incorporaban una góndola para autobuses, camiones y maquinaria de gran tonelaje con lo que apostaban también por los vehículos de gran tamaño. «Con estas últimas adquisiciones, en Grúas Torres podemos transportar desde un pequeño ciclomotor hasta un turismo o un autobús de tres ejes así como llevar a cabo la gran mayoría de rescates por salída de vía o vuelco ya que mediante las plumas, podemos operar con fiabilidad, seguridad y rapidez», explica Maribel Torres, gerente de la empresa.

Uno de los transportes especiales que recuerdan en la empresa es el que llevaron a cabo en 2018 para una empresa de fuera con los ambulift (elevadores móviles que se utilizan en aeropuertos para carga en los aviones) y las famosas jardineras, que son los autobuses que circulan por el aeródromo y que desde Grúas Torres fueron a buscar a la península para trasladarlos hasta Maó. «De traslados especiales hemos llevado a mover incluso una casa prefrabricada, un helicóptero del SAMUR que subimos a una góndola o un avión de combate que colocamos en el Aeródromo de Sant Lluís», comenta Antonio Torres Díaz, que como su hermana, trabaja también en el negocio familiar en asistencia en carretera.

SERVICIOS. La experiencia en el rescate y asistencia en carretera de Grúas Torres a lo largo de su larga trayectoria les ha permitido poder ofrecer una amplia cartera de servicios ya que como explican ellos mismos, cada operación tiene sus particularidades. «Lo más típico es que los clientes se hayan quedado sin batería con los que en las grúas disponemos de boosters tanto para motocicletas, turismos o camiones de gran tonelaje para poder arrancarlos», explica Antonio Torres. «Las ruedas pinchadas también son algo típico que resolvemos con soltura. La cosa se complica con los camiones de gran tonelaje y por ello vamos equipados con reductoras y gatos hidráulicos de 20 toneladas que permiten elevar el vehículo averiado», añade. En el tema de transporte, hace dos años han incluido nuevos servicios como el que tienen para embarcaciones hasta 12 metros de eslora.

«El transporte náutico era una de las peticiones que nos hacían las empresas del sector y que hacíamos de manera esporádica pero que ahora hemos incorporado a nuestro porfolio al disponer del vehículo adecuado para hacerlo, un camión Man con pluma para 32 toneladas que nos garantiza un buen servicio», detalla Torres. «Además de los barcos también movemos maquinaria de obra y material de obra de gran volumen para empresas de construcción que nos piden transportarlo cuando ellos no tienen la capacidad para hacerlo», explican.