Joana Maria Mora proviene de la empresa familiar, donde ha ejercido gran parte de su carrera.

Desde mayo de 2022, Joana Maria Mora ejerce como vicepresidenta de Menorca de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) sustituyendo a José Guillermo Díaz Montañés, que estuvo en el cargo cuatro años. Mora, que cursó estudios de Ciencias Empresariales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en la empresa familiar Juan Mora SA, constructora de larga trayectoria en la isla que se dedica a la ejecución de toda clase de obras, públicas y privadas y al transporte público de mercancías.

¿Qué objetivos se ha propuesto para su mandato?
Desde que tomé posesión del cargo, asumí el reto de representar a todo el empresariado menorquín, ser su voz y su nexo con la Administración y también dentro del Comité Ejecutivo y la Junta Directiva de CAEB, donde comparto mensualmente las inquietudes y necesidades de nuestras asociaciones. Además, mi cometido ha estado centrado en seguir ampliando el apoyo empresarial en torno a la patronal para poder defender con más fuerza los intereses de nuestras empresas tanto en Menorca, en el conjunto de Balears, España y Europa.

¿Cómo los pretende llevar a cabo?
Conociendo los problemas de cada sector e intentando que trabajemos todos juntos de la mano, buscando grandes acuerdos. Estamos tratando de estrechar y reforzar el diálogo con la Administración para que escuche a los empresarios que llevamos años pidiendo, junto al resto de agentes sociales, temas muy concretos y que requieren cierta valentía. Es por ello que la Administración no puede ir por un lado y las empresas por otro.

¿Qué le pedirá al nuevo presidente del Consell Insular de Menorca?
A los nuevos gobernantes que ahora entrarán en las instituciones les pido que no se olviden del medio y el largo plazo. Que pongan más esfuerzo en mejorar la gestión, que ejecuten las inversiones previstas, sean realistas y tengan cierta anticipación con el objetivo de evitar problemas. También que trabajen para hacer la vida algo más fácil a las empresas, unificando normativa, eliminando burocracia y agilizando plazos.

¿Y a los empresarios de Menorca?
Que sigan trabajando, y que sigan generando empleo y riqueza. Desde CAEB, a través de todas las organizaciones, estamos apostando por la modernización, el impulso de proyectos propios, y para lograrlo es fundamental el consenso empresarial. También tenemos claro que unidos, el empuje y la fuerza que tenemos se multiplica.

¿Cuáles son los retos más inmediatos a los que se enfrenta nuestra isla?
Los problemas de movilidad, vivienda y falta de personal requieren de medidas atrevidas, pero también tenemos temas de conectividad aérea que siguen en el tintero. Una gran asignatura es el transporte marítimo de mercancías y, en este sentido, esperamos que el desarrollo del REB fiscal acabe de una vez con la Ley de mínimis que tanto perjudica al empresario menorquín y que le impide competir con las mismas condiciones que el resto de las empresas.

¿Por qué momento pasa el asociacionismo empresarial en estos momentos?
Creo que, tras una época tan dura con la pandemia y la crisis inflacionista desatada, el asociacionismo empresarial se ha visto reforzado y es más importante y necesario que nunca. A pesar de la imagen proyectada del empresariado por algunos sectores de la sociedad, el empresario lo que busca es lo mejor para su empresa que, no olvidemos, está formada por cada una de las personas que se dedican a ella, y que redunde en lo mejor para la sociedad.

¿Cree que la nueva convocatoria de elecciones puede afectar a la marcha de la temporada turística?
Deseo que no, pero tengo miedo que la convocatoria electoral esté retrasando algo las reservas por la posibilidad de tener que asistir a una mesa electoral. No obstante, la temporada ha arrancado con fuerza y nuestra demanda como destino es fuerte, por lo que esperamos que no perjudique el resultado final.