Las empresas hacen negocios en un marco jurídico y fiscal determinado: no es lo mismo obtener licencias fácilmente que con mayores dificultades, es diferente que haya barreras de entrada a que no las haya y, por supuesto, la fiscalidad afecta a los beneficios de las compañías.

En base a estos paradigmas, las empresas se ven afectadas por quién las gobierne ya que implantan una tipología de leyes determinada. Ahora se celebran las elecciones generales y el mercado bursátil español está relativamente atento. Siendo cierto que es importante quién gobierne, también lo es que ambos partidos han tenido actuaciones pro y anti mercado. Así, por ejemplo, las privatizaciones de empresas las comenzó el PSOE y el PP penalizó fiscalmente las ganancias de acciones, aunque fue de forma puntual y durante la crisis financiera.

Realmente, las elecciones generales suelen tener un impacto importante a corto plazo, pero lo que más le ha afectado ha sido la incertidumbre política. Las empresas, al saber quién gobierna, pueden presupuestar más o menos ventajas, pero el cambio no les gusta, así que el día siguiente a todos los cambios de gobierno, sean del color que sean (1996, 2004 y 2011), el IBEX ha caído más que tras otras elecciones. También le afectó el resultado incierto de diciembre de 2015 (elecciones que se tuvieron que repetir en junio de 2016), aunque no así tras las de abril de 2019 que también se tuvieron que repetir (seguramente el mercado pensaba que el bloque de izquierda podría gobernar).
Sin embargo, estos primeros días poselectorales no son del todo válidos para calibrar una legislatura. Por ejemplo tras el primer gobierno del PP, que la bolsa penalizó al día siguiente, se vivió un gran cuatrienio bursátil, de hecho se extendió hasta el año 2000.

Analizando las legislaturas de los cinco presidentes que han gobernado España desde el inicio del IBEX en 1992, todos han obtenido rentabilidades positivas. XTB publicó el estudio «Impacto en Bolsa de las elecciones generales» en la que mostraba que el «mejor» para el IBEX había sido Felipe González (+13,82%), seguido de José María Aznar (+11,85%) a pesar de haber vivido una crisis bursátil mundial como la explosión de la burbuja tecnológica en 2000. Tras ellos se sitúa Mariano Rajoy (+7,07%), José Luis Rodríguez Zapatero (+4,44%) y por último Pedro Sánchez que, hasta 16 de junio, ganaba un 3,35%. En todos estos casos se tenían en cuenta también los dividendos pagados por las empresas del IBEX.

Visto esto, sí que es cierto que con presidentes del Partido Popular el IBEX lo ha hecho sustancialmente mejor. Sin embargo, hay que tener dos cosas en cuenta: la primera es que el escenario global, a veces, puede pesar más que el local, así hemos visto el pinchazo de la burbuja tecnológica, la crisis financiera, la COVID o la guerra de Ucrania. Por otro lado, las principales empresas españolas tienen mucho negocio fuera, así que también se ven afectadas por las políticas de otros países.
De esta manera, parece evidente que sí es importante el resultado del domingo, pero no será definitivo para ver un IBEX alcista o bajista.