Hace casi un año escribía en estas mismas páginas que «la estabilidad es la mejor medicina» para el empresario, mientras que la «incertidumbre es veneno», en referencia a las graves consecuencias derivadas de los primeros meses de la guerra en Ucrania: una inflación desbordada y el aumento generalizado de costes (energía, cesta de la compra, materiales, etc.). Hoy, esa incertidumbre de hace un año vuelve a planear ante nosotros por la inestabilidad política que nos ha dejado la cita con las urnas del pasado 23 de julio.

Los resultados de las elecciones generales celebradas hace quince días se tradujeron en un aumento de la participación (la ciudadanía cumplió con su deber, pese a celebrarse en pleno verano) que no ha evitado la preocupación entre el tejido empresarial por la falta de una mayoría fuerte, lo que nos lleva a un nuevo periodo de inestabilidad e incertidumbre. Es decir, el peor escenario al que pueden enfrentarse los empresarios y autónomos de este país.

El PP ha ganado las elecciones con 137 diputados frente a los 121 del PSOE, pero ninguno de los dos partidos mayoritarios con posibilidad de presidir el Gobierno de España ha obtenido el resultado suficiente para optar a una investidura sin sobresaltos y condicionantes que le permita formar un gobierno fuerte y estable. Además, este periodo de incerteza puede prolongarse durante meses, lo que perjudica considerablemente los intereses empresariales de todo el país, ya inmerso en una desaceleración económica que preocupa a las patronales. La incertidumbre e inestabilidad ahuyentan la inversión, la creación de nuevas empresas y desaniman la ampliación de éstas.

Desde CAEB hacemos un llamamiento a los políticos para que tengan altura de miras y formen un gobierno estable cuanto antes, que dé certidumbre al tejido empresarial. Esta certidumbre, unida a la seguridad jurídica, nos permitirá seguir generando riqueza, bienestar y puestos de trabajo en un periodo económico que puede complicarse en los próximos trimestres, como pronostican organismos nacionales e internacionales.

Como siembre hemos demostrado desde nuestra independencia empresarial, las patronales tenemos la voluntad de colaborar con aquel Gobierno que pueda conformarse, deseando que prevalezca el sentido de Estado, defienda los intereses de todos los españoles y que alcance acuerdos que garanticen el mayor nivel de estabilidad y moderación posible para garantizar la buena marcha de la economía, el diálogo y la paz social.

Por último, sea el Gobierno que sea el que finalmente elijan los 350 diputados salidos de las urnas, desde CAEB nos alineamos con CEOE y CEPYME en exigir que la figura del empresario deje de ser demonizada por algunos sectores o grupos políticos desde la esfera institucional, como ha venido ocurriendo en la pasada legislatura, y se ponga en valor el esfuerzo y el empuje de los empresarios y empresarias españoles cuyo único objetivo es generar progreso social y económico.