Ciutadella es uno de los municipios que evidencia la presión turística. | Josep Bagur Gomila

Menorca ha despedido una temporada turística que ha ido de menos a más, donde no se han cumplido las expectativas que se habían puesto pero cuyo resultado final es satisfactorio a nivel general. Una temporada que ha recordado la de 2019 pero marcada por una factura más alta a todos los niveles, ya que la fuerte inflación ha traído de la mano un aumento del gasto turístico a consecuencia de un mayor precio de los productos y servicios. La guinda del pastel ha llegado con los meses de septiembre y parte de octubre, que han venido acompañados de unas cifras de ocupación y de facturación para las pequeñas y medianas empresas, como para el sector hotelero y de restauración muy positivas, tal y como confirma José Bosch, portavoz de la Asociación de Hostelería y Restauración de CAEB en Menorca. Una temporada en la que el sector hotelero ha aumentado el nivel de ingresos por habitación y donde la Isla ha seguido beneficiándose de ser un destino vacacional de moda, al que acaba de añadirse recientemente la proclamación como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO de sus monumentos talayóticos. Un éxito no exento de riesgos con el crecimiento de la oferta ilegal en el alojamiento de alquiler turístico o por el que hecho que, según los datos del Instituto d’Estadística de Balears, Menorca lideró en agosto el aumento de la presión humana sobre su territorio que sitúan la media diaria en los 208.670 individuos, un promedio de 11.113 personas más al día que en 2022.

VALORACIÓN POSITIVA. Desde la Fundación Foment de Turismo de Menorca, su presidente, Adolfo Vilafranca hace una valoración positiva de la temporada a partir de los datos y estadísticas que han analizado y que disponen de enero hasta el mes de agosto. Este año se ha producido un ligero incremento de las visitas recibidas que se sitúa prácticamente el 2% con un total de 1,3 millones de turistas hasta agosto. Después del bache provocado por la pandemia y con la referencia de años anteriores, se ha constatado la recuperación de los mercados de referencia en Menorca, que han funcionado muy bien. En concreto el mercado británico, que se ha incrementado un 8,5 % y especialmente el francés, hoy en día consolidado, con un 13 por ciento, una cifra muy positiva. También el mercado nacional ha vuelto a crecer un 7,8% por ciento. Además se destaca el nivel de satisfacción de los turistas que sube hasta los 82 puntos sobre cien, superando el baremo del año anterior. La conclusión es que la temporada ha sido buena y que se quiere seguir trabajando para alargarla, potenciándola a través de la celebración de eventos deportivos que invitan a traer a gente como la Trail Camí de Cavalls, el World Padel Tour o tantos otros eventos, así como el turismo cultural con la Menorca Talaiotica, para aquellos públicos que buscan cosas diferentes al sol y playa con el objetivo de repartir el número de visitantes durante la temporada.

AEROPUERTO DE RÉCORD. El aeropuerto de Menorca ha continuado siendo un claro termómetro de la sintomatología de la temporada turística ya que este 2023 ha batido récords, volviendo a crecer tanto en el número de llegadas como de operaciones y eso que las compañías aéreas habían reducido su oferta de vuelos y asientos para volar a Menorca en temporada alta. En lo que va de año, de enero a septiembre, ya hemos superado la barrera de los tres millones de pasajeros, alcanzando una cifra de 3.516.362 personas, un 4,5% más que en 2022. El mes de junio batió su primera marca con un movimiento de 573.386 personas, una cifra nunca alcanzada en este mes. Agosto, ya de por sí el mes por excelencia de las vacaciones, subió hasta los 736.726 viajeros, superando los cerca de 724.000 del mes de julio y también los de agosto de hace un año. Una cifra que supone que situó una media de 24.000 pasajeros por día. De hecho, agosto de 2023 ha sido el mes con más movimiento de la historia de Menorca gracias a los récords absolutos de tráfico registrados tanto por el aeropuerto como también del puerto del dique de Son Blanc. El movimiento de pasajeros por mar y aire alcanzó la cifra de 900.000 pasajeros. Todavía no se conocen las cifras de octubre que se prevén también altas.

GASTO TURÍSTICO. Esta temporada turística ha tenido como protagonista el gasto turístico cuyas cifras se han disparado si bien su crecimiento no ha venido tanto por el aumento de visitantes, sino por el incremento de gasto por persona. Así de este modo, durante el mes de agosto, los turistas desembolsaron 418,5 millones de euros, lo que supuso un incremento del diez por ciento en relación al mismo mes del año pasado, unas cifras que no se habían producido antes en Menorca y que provienen de la encuesta Egatur que publica el Instituto Nacional de Estadística. Esta tendencia ya se había empezado a notar prácticamente desde el inicio de la temporada, cuando en abril el gasto por persona y día crecía un 37 por ciento respecto al año anterior o cuando en mayo se alcanzaban valores de récord propiciados, especialmente, por los visitantes internacionales aunque también el turismo nacional había incrementado su gasto conjunto. El aumento de la turoperación y del turista que llega a la Isla con un paquete contratado en régimen de todo incluido también ha crecido cerca de un 30 por ciento aunque la mayoría de visitantes que viajan a Menorca lo han seguido haciendo por libre.
De enero a agosto se ha incrementado el gasto por persona un 2,8% llegando a una media de 750 euros. Los extranjeros han tenido un incremento de 12,25 por persona y el gasto medio se ha situado en los 1.321 euros.

ALTIBAJOS. La constatación de que la evolución de la inflación ha impactado en los resultados empresariales de las pequeñas y medianas empresas de Menorca con un freno de su actividad en algunos casos, lo han reflejado las encuestas que cada temporada realizan desde la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa, tal y como explica su secretaria general, Maria Garcia. La encuesta se lleva a cabo a empresas turísticas de diferentes sectores, desde agroturismos o viviendas turísticas al sector del turismo activo como las empresas náuticas o el alquiler de vehículos así como restauración. La sensación que trasladaban al inicio de temporada es que los resultados no acompañaban a las previsiones hechas y que ya en pleno agosto, la temporada no había despegado del todo advirtiendo que el poder adquisitivo de la mayoría de clientes había disminuido con una menor facilidad de gasto y unos presupuestos ajustados.

En el sector de restaurantes, por ejemplo, alertaban que al contrario que en años anteriores, no hacía falta una reserva con antelación para comer o cenar. La nota positiva llegaba con los resultados de setiembre, donde un mayor número de empresas de diversos sectores se habían visto favorecidos por un cambio de tendencia respecto a los meses precedentes.