Ballester pone en valor la capacidad de Estel de realizar también trabajos para el cliente residencial. | Aina Ambrosio

Estel es una firma de prestigio, con una importante presencia internacional, una amplia gama de servicios y con la calidad como seña de identidad. Para la empresa, cumplir los plazos marcados es una obligación. Con unos 300 trabajadores en España y más de 2.000 en el Caribe, siempre busca talento.

Toni Ballester es el fundador, propietario y CEO de la empresa, que nació en 1995 como una pequeña empresa ingeniería especializada en telecomunicaciones. «Los contactos personales provocaron que nuestros primeros trabajos fueran en el mundo hotelero. Hacíamos instalaciones de telecomunicaciones, aunque en aquellos momentos el abanico de trabajos era mucho menor que ahora. Nuestra competencia, fundamentalmente las empresas eléctricas, copaban el mercado. De esta manera, tres años después de entrar en el mercado, comenzamos a realizar instalaciones eléctricas. Desde un primer momento contamos con la confianza de grandes empresas turísticas de Balears», explica Ballester.

Fue en 1999 cuando Estel dio el salto al Caribe. Su primer trabajo lejos de Balears tuvo lugar en la República Dominicana y, poco tiempo después, recibían el encargo desde Panamá. El tercer destino fue México y desde entonces la empresa ha ido ampliando su presencia internacional habiendo trabajado ya en 20 países. Cuenta con delegación propia en México, Puerto Rico, República Dominicana y Jamaica, así como filiales y sucursales en Miami, Reino Unido, Argelia, Qatar, Perú Colombia y Aruba. La sede central, como el primer día, está en Palma, aunque ahora también dispone de una oficina en Eivissa.

Las hoteleras demandaban a Estel que ampliaran sus servicios, que asumiera el paquete integral de instalaciones y así fue. Hoy Estel ofrece, además de las telecomunicaciones, detección y extinción de incendios, domótica, BMS, electricidad, saneamiento, fontanería y climatización. «Nuestro foco principal son las instalaciones, teniendo un catálogo que las abarca en su mayoría» indica.
Estel ha logrado diversificar su actividad lanzando cuatro nuevas grandes áreas: Estel Sat, Estel Energy, Esteldome y Estel Green.

Estel Sat nace para encargarse del mantenimiento de las instalaciones. Ofrece un servicio 24/7, puesto que la empresa es consciente de que hay establecimientos que necesitan que un determinado tipo de averías sean solventadas en la mayor brevedad.

Estel, como empresa dinámica y atenta a las oportunidades del mercado, ha dado un paso adelante en el área de energía. Favorecer la eficiencia y el autoconsumo, instalando, por ejemplo, placas solares tanto para generar electricidad como para agua caliente, son algunas de las tareas de Estel Energy.
«Detectamos la necesidad de energía de algunas hoteleras, sobre todo en el Caribe. Decidimos entonces montar plantas de generación de energía con gas natural y, simultáneamente, optimizamos la instalación con placas solares para reducir las emisiones de CO2, reducir la dependencia de la red eléctrica e incluso mejorar los costes energéticos. Hoy podemos vender a un mismo establecimiento el agua caliente, agua helada para climatización y la electricidad haciendo nosotros la inversión y pagando los clientes en función de sus consumos. Ya tenemos cuatro hoteles en Jamaica en estas circunstancias», señala.

Estel es hoy una gran instaladora con una facturación que ronda los 150 millones de euros al año, pero no descuida los pequeños trabajos. «Esteldome está pensada para el cliente residencial. Somos capaces de hacer grandes instalaciones y también trabajos en viviendas unifamiliares, donde cuidamos cada detalle. En este ámbito gana importancia la sostenibilidad y la interacción del usuario con la vivienda a través de la domótica. Hemos hecho casas autosuficientes capaces de generar la energía que consumen sin necesidad de conexión a la red eléctrica», explica.

En todo caso, el CEO de Estel incide en la importancia de la circularidad para ser realmente sostenibles. «Hay que pensar que numerosos enseres tienen un ciclo de vida limitado y que después se convierten en residuos. En este sentido, es muy importante la circularidad, poder dar otro uso a estos residuos y convertirlos de nuevo en productos que además favorezcan la economía de Km 0», señala.
La marca Estel Green es la que utiliza la empresa para los proyectos de I+D+i en esa área de la sostenibilidad donde se engloba la circularidad. «Hoy tenemos en marcha proyectos como el CICHLO, que aprovecha la salmuera, el residuo que generan las desaladoras, para obtener hidrógeno verde y productos químicos derivados del cloro utilizando la energía producida por una planta fotovoltaica de autoconsumo. Se trata de un proyecto pionero que recibió una gran acogida del Govern anterior y que el nuevo Govern ya ha mostrado su interés en apoyar», detalla.

Otros grandes proyectos de Estel Green que están en distintas fases de desarrollo consisten también en el aprovechamiento de otras fuentes de energía renovable como son la energía del oleaje (undimotriz), la eólica y el biogás. «Estamos intentando innovar en tecnologías de almacenamiento energético y en el uso de fuentes renovables distintas a la solar fotovoltaica que permitan diversificar la generación energética para poder lograr un mix sostenible y alcanzar los objetivos de descarbonización», indica finalmente.