Una urna. | Europa Press

Las personas con discapacidad que vayan a votar este domingo 10 de noviembre en las elecciones generales o que participen en una mesa electoral podrán disponer de distintas herramientas que facilitan el ejercicio de este derecho.

Así, estos comicios son accesibles para las personas ciegas o con discapacidad visual grave que hayan solicitado el 'kit' de voto accesible. Según explican fuentes de la ONCE a Europa Press, en España hay unas 72.000 personas ciegas afiliadas a la organización, de las que un elevado porcentaje son usuarios de Braille que han podido solicitar el 'kit' de voto accesible y ejercer su derecho a votar en secreto, como el resto de ciudadanos.

Se trata de un tipo de voto accesible que, de momento, se utiliza en las elecciones generales, europeas y autonómicas. Sin embargo, en los comicios municipales aún no está disponible, según apuntan las citadas fuentes, porque se complican los tiempos y por la multiplicación de listas electorales.

Desde la ONCE, la Comisión Braille Española se encarga de verificar que las papeletas de apoyo en Braille están bien hechas y asegura así el voto correcto y accesible. Según datos del Ministerio del Interior a los que ha tenido acceso Europa Press, para estas elecciones se han solicitado un total de 884 'kits' en toda España, frente a los 895 votos en Braille que se pidieron en las generales del 28 de abril.

La provincia que mayor número de solicitudes ha tramitado es Madrid con 171 peticiones, seguida de Barcelona con 136; A Coruña (59) y Valencia (57). En cambio, en la ciudad autónoma de Ceuta y en la provincia de Palencia no se ha registrado ninguna solicitud.

Por su parte, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) colabora con el Ministerio del Interior en la instalación de bucles magnéticos para las personas sordas, usuarias de prótesis auditivas (audífono y/o implantes), designadas miembro de las mesas electorales, ya sea como titular o como suplente.

El objetivo de esta colaboración, según indican a Europa Press desde FIAPAS, es «garantizar el derecho de las personas con sordera a participar en la vida política en igualdad de condiciones, permitiendo el acceso a cualquier información destinada a los miembros de la mesa electoral y facilitando la interacción entre estos y los votantes».

En este sentido, recuerdan que el bucle magnético posibilita la comunicación a las personas con sordera en espacios y situaciones contaminadas por ruido ambiente, como es el caso de los colegios electorales, en los que la distancia con el interlocutor o la presencia de varios interlocutores dificultan la recepción del sonido.

El procedimiento para disponer de esta herramienta es el siguiente. Una vez que la persona sorda recibe la notificación para ser miembro de mesa electoral debe solicitar este recurso gratuito para que FIAPAS proceda a la instalación. Sin embargo, hasta el momento, no se ha recibido ninguna solicitud, mientras que en los comicios del 28 de abril se pidieron dos bucles magnéticos.

En cambio, según las cifras de Interior a las que ha tenido acceso Europa Press, un total de 17 personas sordas, tres menos que en las pasadas elecciones del mes de abril, han ejercido su derecho a solicitar intérpretes de lengua de signos durante la jornada electoral de este domingo, tras ser convocadas para participar en las mesas electorales.

De ellas, siete son de Galicia (tres titulares y cuatro suplentes) y cuatro titulares de mesa de Andalucía, mientras que en Aragón (suplente), País Vasco (suplente), Principado de Asturias (titular), Comunidad Valenciana (suplente), Extremadura (suplente), Castilla y León (suplente) se ha solicitado un intérprete en cada una.

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ESPACIOS MÁS FÁCILES DE ENTENDER

Además, un total de 1.047 colegios electorales de Aragón, Castilla y León, Extremadura, Galicia, Región de Murcia, Navarra y de la ciudad autónoma de Melilla contarán en estas elecciones generales con señales que harán estos espacios más fáciles de entender para las personas con discapacidad intelectual.

Los pasados comicios del 28 de abril fueron las primeras elecciones en las que todas las personas mayores de 18 años pudieron ejercer su derecho de sufragio, gracias a la reforma en la pasada Legislatura de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), que acabó con el veto a 100.000 ciudadanos con discapacidad intelectual o enfermedad mental incapacitados judicialmente.

Plena Inclusión ha sido la principal impulsora de esta experiencia que se desarrolla de forma experimental en localidades de seis comunidades y una ciudad autónoma. En Extremadura (900) y en la ciudad autónoma de Melilla (23), la iniciativa cubrirá todos los colegios electorales.

La señalización consta de 16 imágenes con las que se identifica el colegio electoral en el exterior y se orienta a las personas votantes hacia el acceso. Después, una vez en el interior, se las dirige a hacia la cabina electoral y la mesa de votaciones.

PROGRAMAS EL 'LECTURA FÁCIL'

Una de las reivindicaciones históricas del colectivo de personas con discapacidad intelectual es la adaptación de los programas electorales de los partidos políticos a 'lectura fácil', con un lenguaje más sencillo de entender para que las personas con alguna discapacidad cognitiva puedan ejercer su derecho al voto en igualdad de condiciones que el resto de ciudadanos.

Para estas elecciones, Unidas Podemos y Ciudadanos han adaptado sus programas, que pueden encontrarse entre los materiales disponibles en la web 'Mi voto cuenta' de Plena Inclusión. Por su parte, el PSOE ha asegurado que también dispone de este formato, mientras que fuentes del PP han reconocido que no cuentan con una versión de 'lectura fácil' y Vox no ha aclarado ofrece esta versión o no.

ACCESIBILIDAD ARQUITECTÓNICA

En cuanto al grado de accesibilidad arquitectónica de los colegios electorales, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) recuerda que no existen datos globales oficiales, tan solo «aproximaciones a partir de proyecciones de las quejas recibidas».

En este sentido, el cálculo del Cermi es que, a pesar de que la legislación tanto electoral como de accesibilidad universal obliga a que todos los colegios electorales sean accesibles, al menos un 30 por ciento presentan deficiencias graves y otro 15 por ciento muestran deficiencias que, sin ser tan acusadas, dificultan el ejercicio del derecho de sufragio para personas con discapacidad.