Juanjo Ferrer, minutos antes de la charla con 'Periódico de Ibiza y Formentera'. | ARGUI ESCANDON

El senador electo en Ibiza y Formentera, Juanjo Ferrer (Sant Antoni, 1970), asegura que nunca había tenido intención de volver a la primera línea de la política pitiusa. El domingo, para sorpresa de muchos, arrebató la victoria al popular Miguel Jerez.

Le encontramos en su despacho de abogado. ¿Eso significa que ha ido a trabajar como si nada hubiera pasado?
—No ha sido un día más, ni mucho menos. Me acosté tarde y no pude dormir muy bien por los nervios, pensando en todo lo que supone el cargo. Estoy muy orgulloso, pero también le doy vueltas porque hace un mes no tenía intención de volver a la política activa y me estoy reorganizando mentalmente para ver cómo puedo preparar el trabajo. En la medida de lo posible, quiero continuar trabajando en lo mío. Todavía me estoy pellizcando para saber si la victoria es algo real, pero estoy muy contento.

Puede asustar asumir de repente un cargo como el de senador.
—El cargo en sí no me asusta. Tengo cierta experiencia política y el tipo de escaño que hemos alcanzado, independiente y dentro del Grupo Mixto, hará que sea un trabajo que, más o menos, conozco. En todo caso, lo que me preocupa es organizar el trabajo y tratar de cumplir con los compromisos que pueda tener con mis clientes.

Habrá sido una sorpresa porque usted afirmaba el domingo por la noche que las encuestas no le daban como ganador.
—Durante todo el día me fueron diciendo que era difícil y que estuviera tranquilo, rebajando un poco la euforia que uno puede vivir cuando está en campaña, que parece que estás en una burbuja y no eres muy consciente de lo que pasa. Cuando los resultados no son los esperados, es cuando vienen las decepciones. El domingo, mi compañero de jornada me iba bajando las revoluciones y no pensaba ganar por tanta diferencia. Sí pensaba que podríamos lograrlo, porque para ello nos presentamos y los partidos se esforzaron en impulsar la coalición, pero no que hubiera tanta diferencia de votos.

Una vez asuma el cargo, ¿por dónde le gustaría comenzar su labor?
—Lo primero es ir a hablar con el Consell d´Eivissa y con el de Formentera y ver cuáles son los puntos en común sin perder la perspectiva progresista que nos ha llevado hasta aquí. Después, en la medida de lo posible, quiero que todas estas peticiones que puedan formularse para la gente de Ibiza y Formentera puedan trasladarse al Senado. También quiero tener contacto con los otros senadores de Baleares y con los diputados y crear un pequeño lobby, principalmente de cara a las Pitiusas.

Defienden que Formentera cuente con un senador propio.
—Se podría conseguir si somos capaces de convencer al PP de reformar la Constitución. Creo que podría continuarse el trabajo iniciado la pasada legislatura y mirar de lograr esta propuesta que, en clave institucional, sería el principal objetivo. Siempre decimos que no es sólo dar un senador o senadora para Formentera, sino que también Ibiza tenga su senador o senadora. En las Canarias, todas las islas tienen un escaño propio y esto no pasa en Ibiza y Formentera.

Miguel Jerez no descartó trasladarle propuestas para abordar en el Senado. ¿Sería capaz de aceptarlas o las rechazaría por el simple hecho de proceder del Partido Popular?
—Precisamente es lo que decía antes. Le agradezco mucho a Jerez que me hubiera llamado y, no sólo para felicitarme, sino para ponerse a mi disposición. Es lo que explicaba, dentro de una perspectiva progresista, aquellos acuerdos que podamos alcanzar con el PP o con otras fuerzas, estamos abiertos a que sea así.


El futuro político del país no está nada claro.
—Sinceramente, espero que no vuelvan a convocarse elecciones, y no lo digo desde un punto de vista egoísta porque quiero mantener mi escaño. Creo que ya hemos tenido bastantes elecciones en estos últimos meses y lo que pido y espero es un acuerdo a nivel nacional para que haya un gobierno progresista. De la misma manera que señaló mi compañera Neus Massanet, si nosotros lo hemos hecho en Ibiza y Formentera, por qué no puede hacerse a nivel nacional. Sabemos que es difícil y que las sensibilidades son diferentes con más partidos. Todos deben hacer el esfuerzo y llegar a un acuerdo, sin volver a plantearnos unas elecciones con toda la incertidumbre que nos puede crear otra convocatoria.

¿Anteriores senadores progresistas le han dado algún tipo de consejo?
—Sí. Pere Casetes, a quien tengo mucho aprecio, me ha dado consejos diciéndome que se puede trabajar mucho desde el Grupo Mixto e incluso se ha ofrecido a acompañarme al Senado puesto que, por lo visto, es un espacio un poco laberíntico. También me ha dicho que me presentará a personas que me pueden ayudar.


¿Tiene la sensación de que al Senado no se le da la importancia que merece?
—Sí, siempre se ha hablado incluso de que debería desaparecer. Evidentemente, la cámara está contemplada en la Constitución y eso nadie ha planteado modificarlo. En la medida de lo posible, debemos intentar darle la importancia que tiene. En la cámara, podemos introducir enmiendas a las leyes que vienen del Congreso, con lo que siempre se puede tratar de mejorarlas desde un punto de vista beneficioso para Ibiza y Formentera. También allí se aprueban los Presupuestos Generales del Estado, con lo que puede estudiarse para qué sectores es necesario mejorar las diferentes partidas y que el dinero llegue desde Madrid hacia las Pitiusas. Desde el Senado se puede realizar un control al Gobierno; se le puede interpelar, que es una labor importante aunque hablemos de un Ejecutivo progresista. Finalmente, como cámara de representación territorial que no acaba de funcionar como tal, podemos mirar de profundizar en esa representación y que lugares como Ibiza y Formentera obtengan el máximo de protagonismo posible porque es también el objetivo del Senado.

¿Cuál cree que es el mensaje que más ha calado entre sus electores?
—No lo sabría decir. Creo que todos. Incluso me encontré el domingo con Miguel Jerez y comentamos que había sido una campaña limpia, no de crispación. No nos hemos insultado ni hemos faltado al otro. Ha sido una campaña de propuestas y, en general, aquellas que hemos planteado desde un punto de vista progresista han sido las que posiblemente más han gustado. Además, el perfil de los candidatos, tanto el de Neus Massanet como el mío, ha ayudado a que la gente haya depositado en nosotros su confianza. Por cierto, quiero agradecer a todos que nos hayan votado de una manera tan diferente a la del pasado 28 de mayo.

Usted conoce la política municipal, ¿cree que habrá grandes diferencias con este nuevo cargo?
—Son etapas diferentes y, personalmente, creo que soy distinto. Tengo mis principios y convicciones y pienso que el cargo de senador tiene más relación con mi primera etapa de concejal en la oposición que con la segunda como concejal en el gobierno. Lo planteo más así porque se tratará de llegar a acuerdos para intentar registrar enmiendas o lograr el máximo de inversión para Ibiza y Formentera. Cuando comience, imagino que la escala será diferente.