El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tras la clausura de la cumbre. | Reuters

El presidente de EEUU, Barack Obama, saludó ayer como un éxito la cumbre del G-20 clausurada en Toronto (Canadá) y aseguró que «cada economía es única, y cada país establecerá su camino, pero todos nos movemos en la misma dirección».
En una rueda de prensa, Obama indicó que la economía «ha vuelto a crecer» gracias a las medidas adoptadas en previas reuniones y pese a las diferencias con las que los países acudieron al encuentro «podemos coordinar nuestras posiciones y continuar centrándonos en un crecimiento duradero que dé empleo a nuestra gente y cree prosperidad para el mundo».
El crecimiento obtenido hasta ahora, indicó, no es «suficiente», y si en EEUU y en muchos otros países aún hay mucha gente sin empleo, en «demasiadas economías» la demanda de bienes y servicios es aún «demasiado débil», sostuvo.
Consecuencias
En una alusión a las consecuencias de la crisis presupuestaria en Grecia, recordó que, «como hemos visto en los últimos meses, una crisis financiera en un país puede tener consecuencias mucho más allá de sus fronteras».
EEUU, agregó, llegó a la cumbre con tres metas y «hemos logrado importantes progresos en cada una»: garantizar que la recuperación global es fuerte y duradera; continuar la reforma del sistema financiero, y atajar cuestiones que afectan a la seguridad y la prosperidad.