Un vídeo publicado ayer por el diario The Guardian muestra «el sistemático y brutal» maltrato de presos iraquíes sometidos a interrogatorios en un centro militar secreto, calificado como el Abu Ghraib británico.


Esta grabación es una de las dos que se presentaron ayer en un tribunal británico encargado de la denuncia de malos tratos presentada por los abogados de doscientos antiguos presos en el Irak ocupado.


Tribunal

En uno de los vídeos se ve a un supuesto insurgente iraquí rodeado de dos soldados británicos que le gritan, insultan y amenazan con ejecutarle, mientras el preso se queja de que no le han dejado dormir ni comer o beber durante días.


Al final de cada interrogatorio, le obligan a ponerse unas gafas negras, le colocan orejeras y se le ordena que junte las palmas de las manos para que un guardia pueda llevársele tirando de los pulgares.
Sus abogados afirman que el detenido fue golpeado salvajemente y explican que pueden escucharse los golpes iniciales y luego, al final del vídeo, las quejas de esta persona.


Según el diario, existen más de 1.200 grabaciones de ese tipo hechas durante los interrogatorios. Todas esas prácticas, prohibidas por las convenciones de Ginebra, ocurrieron supuestamente en un centro militar dependiente del Equipo Conjunto de las Fuerzas Conjuntas británicas (JFIT, en sus siglas en inglés) en las proximidades de la ciudad iraquí de Basora.