Un manifestante que cree que la crisis de su país estaba anunciada en la biblia, protesta afuera de la sede del gobierno irlandés en Dublín. | ENDA DORAN

El Gobierno irlandés presentó ayer su plan de ajuste para los próximos cuatro años, que prevé recortes de 3.000 millones de euros en prestaciones sociales, el ahorro de 1.200 millones con la eliminación de 24.750 puestos de funcionarios y la subida generalizada de impuestos. Con estas medidas y otras que se irán añadiendo, el Ejecutivo de Dublín, pendiente del rescate de su economía, confía en reducir el déficit público hasta el 9,1% del PIB en 2011, tras llegar este año al 32% como consecuencia de los 35.000 millones de euros inyectados en el sector bancario.
Sus objetivos se basan en análisis moderadamente optimistas sobre las perspectivas de su economía, ya que calcula que crecerá un 2,75% de media hasta 2014, lo que contradice, de momento, la opinión de los mercados. Ayer mismo la agencia Standard & Poor's rebajó la calificación de la deuda irlandesa a largo plazo desde la categoría «AA-» a «A» con perspectiva negativa, al considerar que Irlanda tendrá que acceder a un rescate financiero para su banca mayor de lo previsto.
Recorte brutal
No obstante, el primer ministro irlandés, Brian Cowen, aseguró al presentar el «Plan de Recuperación Nacional» que las medidas pretenden recuperar la «confianza de la ciudadanía» y demostrar que el país tiene «futuro». El «40% de los contenidos» del plan, que contempla recortes por valor de 15.000 millones de euros para lograr reducir el déficit público hasta el 3% del PIB en 2014, se debe alcanzar en 2011, indicó Cowen.
En las 140 páginas del plan de austeridad se establece, además de la supresión de funcionarios (que alcanza al 7% del total), que el salario mínimo interprofesional se reducirá en un euro hasta los 7,65 euros la hora, y que se incrementará el IVA hasta el 22% en 2013 y el 23% en 2014.
El Gobierno no modificará las actuales «pensiones estatales» cuando no superen los 12.000 euros anuales, cifra a partir de la cual se deducirá un porcentaje acorde con los ingresos. Además, El Gobierno elevará la edad de jubilación a los 66 años en 2014, los 67 en 2021 y los 68 en 2028. El ministro de Finanzas, Brian Lenihan, confirmó que no elevará su controvertido impuesto de sociedades, tal como reclaman algunos socios comunitarios.