Dinamarca ha decidido instaurar controles permanentes en sus fronteras con Alemania y Suecia, según anunció hoy el Gobierno liberal-conservador.

El acuerdo, que entrará en vigor en unas semanas, fue posible gracias al apoyo del ultraderechista Partido Popular Danés, aliado externo del Gobierno desde 2001, y un diputado del Partido Cristianodemócrata.

El ministro de Finanzas, Claus Hjort Frederiksen, destacó que el control fronterizo se realizará en el marco del tratado de Schengen, del que Dinamarca forma parte, con el fin de «aliviar» la criminalidad que, según dijo, «ha asolado» en los últimos tiempos el país.

Las autoridades danesas invertirán 150 millones de coronas danesas (20 millones de euros) para instalar controles en las fronteras danesas e invertir en escáneres y otro equipamiento tecnológico.

Otros 120 millones (16 millones de euros) se destinarán a personal de aduanas y más policías en las principales fronteras.

El plan incluye también reforzar los controles en aeropuertos y en las aguas territoriales danesas.

El Gobierno danés satisface así una de las exigencias del Partido Popular Danés, con el que negocia desde hace semanas un acuerdo para realizar profundas reformas del Estado de bienestar de cara a las próximas décadas.