El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, estimó ayer que en su país «hay demasiados inmigrantes» y que esa situación ha tenido como consecuencia la «parálisis» del sistema de integración de esos extranjeros.

«Sí. Hay demasiados inmigrantes en Francia», contestó Sarkozy, candidato a su reelección como presidente en la segunda vuelta de los comicios del próximo 6 de mayo, en los que se enfrentará al socialista François Hollande.

«Nuestro sistema de integración no funciona. ¿Por qué? Porque incluso antes de que hubiéramos conseguido la integración de los que estaban en el territorio, otros llegaban», explicó el presidente sobre lo que pasó en los últimos años.
La consecuencia, según el candidato conservador, es que «hemos paralizado nuestro sistema de integración. Es una realidad».

Integración

Sarkozy aclaró que no es partidario de limitar totalmente la llegada de inmigrantes a Francia y dijo: «Nunca apoyaré la inmigración cero, pero la realidad es que cuando uno invita a más gente de la que puede acoger no la integra». «No hay suficientes viviendas, escuelas, ni trabajo», agregó, y recordó que Hollande se resistió en una reciente entrevista en televisión a contestar directamente cuando se le preguntó si consideraba que en Francia hay demasiados inmigrantes.

Por otra parte, la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, anunció que votará en blanco y dará libertad de opción a sus electores entre el candidato socialista, François Hollande, y el actual presidente, Nicolas Sarkozy, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, el próximo día 6.

Le Pen rechazó «dar confianza ni mandato» a ninguno de los dos candidatos al Elíseo, y dedicó duras palabras a Sarkozy, un presidente que, según dijo, no solo «ha hecho mal a los franceses, sino que les avergüenza».