Hosni Mubarak, quien gobernó Egipto por 30 años hasta ser derrocado en una revolución de la Primavera Árabe el año pasado, fue declarado clínicamente muerto ayer noche por sus doctores, informó la agencia de noticias estatal Mena en un reporte confirmado por una fuente de un hospital.

Mubarak tenía 84 años y había sido sentenciado a cadena perpetua previamente este mes.

«El ex presidente Hosni Mubarak ha muerto clínicamente tras su llegada al hospital militar Maadi en la tarde del martes», dijo la agencia citando fuentes médicas.

«El corazón de Mubarak dejó de latir y fue sometido a varias cargas de desfibrilador pero no respondió», agregó.

El expresidente Hosni Mubarak, recluso en una prisión de El Cairo, había sido atendido ayer de urgencia con electrochoques después de sufrir una parada cardíaca. Fuentes de seguridad explicaron que los servicios médicos de la cárcel de Tora, en el sur de la capital, utilizaron un desfibrilador después de que el corazón del exmandatario dejase de latir.

Las fuentes agregaron que Mubarak, de 84 años, había entrado en una fase crítica, agravada por una crisis respiratoria que llevó a los médicos a tener que utilizar un aparato de respiración asistida.

Mubarak ingresó en Tora el 2 de junio, después de ser condenado a cadena perpetua por su complicidad en la muerte de manifestantes durante las revueltas que llevaron a su renuncia, en febrero de 2011.

Islamistas

Por su parte, los islamistas Hermanos Musulmanes tomaron ayer la plaza cairota de Tahrir contra el aumento del poder de la Junta Militar mediante nuevas prerrogativas, mientras los dos candidatos presidenciales insistieron en atribuirse la victoria de los pasados comicios. En rueda de prensa, Ahmed Sarhan, portavoz del ex primer ministro Ahmed Shafiq, destacó hoy que el militar retirado se impuso en las elecciones presidenciales con un 51,5% de los votos, lo que representa una ventaja de medio millón de sufragios con respecto a Mohamed Mursi, el candidato de los Hermanos Musulmanes. Además, el representante de Shafiq, último jefe de Gobierno del régimen de Hosni Mubarak, acusó a su rival de tergiversar los datos y atribuirse la victoria antes de que la Comisión Electoral difunda en los próximos días los resultados oficiales de los comicios, celebrados los pasados sábado y domingo.