El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, anunció ayer en El Cairo que va a presentar a la comunidad internacional una nueva propuesta para tratar de solucionar el conflicto sirio.

Brahimi destacó que dicho plan «contiene bases válidas para el lanzamiento de un proceso de paz» e incluye un alto el fuego, la formación de un gobierno «con todos los poderes» y la convocatoria de elecciones para elegir un nuevo ejecutivo y un sistema parlamentario.

Tras consultar el plan con Damasco, Washington y Moscú, el mediador internacional señaló que éste cuenta con el beneplácito de la mayoría de los países de la región, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Contactos

«En esta propuesta han participado los países de la región, excepto Arabia Saudí e Irán», agregó Brahimi, que mantuvo ayer un encuentro con el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, para informarle de sus últimos contactos.

El diplomático argelino realizó esta semana una visita a Siria, donde se entrevistó con el presidente del país, Bachar al Asad, y representantes de la oposición interna, y luego viajó a Rusia, donde se reunió con el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov.

«El problema es que ambas partes no están hablando entre ellos, sino los unos contra los otros; por eso es necesaria la ayuda del exterior para asegurarnos de que las partes hablan de lo mismo», aseguró Brahimi.
Mientras, las fuerzas del régimen bombardearon ayer la provincia de Homs, en el centro del país, al día siguiente de que al menos 220 personas murieran en una masacre en la zona, según denunciaron grupos opositores.

El miembro del Mando Militar Supremo de los rebeldes sirios Qasem Saadedin dijo a Efe vía internet que aviones Mig, de fabricación rusa, atacaron de manera intensa la ciudad de Rastan (Homs) desde bases militares localizadas en las afueras de esa localidad.