Fotografía de los ejercicios terrestres realizados en la costa este de Corea del Norte. | Rodong Sinmun / HANDOUT

Corea del Norte ha puesto sus misiles y unidades de artillería «en posición de combate», con el punto de mira en EEUU y Corea del Sur, informó ayer la agencia estatal KCNA.

El Comando Supremo del Ejército Popular norcoreano «sitúa desde este momento en posición número uno de combate toda su artillería de campaña, incluyendo unidades de misiles estratégicos y de artillería de largo alcance», indicó.

La KCNA reiteró que las unidades de artillería norcoreanas tienen su punto de mira en Corea del Sur, así como en el territorio continental de EEUU, Hawai, Guam y otras bases militares del país norteamericano en el Pacífico.

«Mostraremos la dura reacción de nuestro Ejército y pueblo», se añade en la nota, «para salvaguardar a través de acciones militares nuestra soberanía y la más alta dignidad», esta última en referencia al líder del país, Kim Jong-un.

Horas antes, la agencia destacaba que Kim Jong-un dirigió personalmente ejercicios de defensa con fuego real en la costa este del país.

En todo caso, el Ejército de Corea del Sur «no ha detectado movimientos inusuales» en las Fuerzas Armadas del Norte, aseguró un portavoz del Ministerio de Defensa de Seúl.

Número uno

Esa misma fuente explicó que el «número uno» al que hace referencia el comunicado divulgado por KCNA indica el más alto nivel de preparación para el combate en el país comunista.

En este sentido, el portavoz afirmó que el Ejército surcoreano «vigila de cerca» posibles movimientos de las tropas del país vecino y «castigará con fuerza» a Corea del Norte en caso de que agreda de algún modo al Sur.

La Casa Blanca acusó ayer a Corea del Norte de seguir un patrón para aumentar las tensiones e intimidar a otros países, y dijo que esa actitud solo provocará un mayor aislamiento de Pyongyang.

«La retórica belicista de Corea del Norte y sus amenazas responden a un patrón designado para aumentar las tensiones e intimidar a otros países», el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

Corea del Norte «no logrará nada» con esas amenazas, solo «un mayor aislamiento» y «socavar los esfuerzos de la comunidad internacional por asegurar la paz y la estabilidad en el noreste de Asia», anotó.