El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, durante su última rueda de prensa en el cargo. | JONATHAN ERNST

La Reserva Federal (Fed) de EEUU zanjó la especulaciones sobre el inicio de la retirada del estímulo monetario con una rebaja de 10.000 millones de dólares en el volumen de su programa mensual de compra de bonos a partir de enero. La Fed esperó hasta la última reunión del año de su Comité de Mercado Abierto, órgano que dirige la política monetaria del país, para dar un giro a su expansiva política de estímulo e iniciar una salida gradual, en un claro signo de mejora de las perspectivas en la primera economía mundial.

«A la luz del progreso hacia el pleno empleo y la mejoría del panorama en las condiciones del mercado laboral, el Comité decidió reducir modestamente el ritmo de sus compras de activos», afirmó la Reserva Federal en un comunicado. El propio presidente del banco central, Ben Bernanke, justificó la decisión, que reduce la compra mensual de bonos de los 85.000 millones actuales a 75.000 millones, por el «acumulado progreso» en el mercado laboral.

Modesto

Bernanke, en su última conferencia de prensa en el cargo que dejará a finales de enero, consideró «modesto» el monto de 10.000 millones y señaló que a lo largo de 2014 se podrían dar otros «moderados pasos». No obstante, aprovechó la ocasión para negar que EEUU haya comenzado el ajuste de su política monetaria, algo que dijo se producirá con la subida de tipos, que no se espera hasta 2015.

«Esto no tiene la intención de ser un ajuste (...) Aunque estamos ralentizando la compra de bonos un poco, esperamos que el total del balance siga siendo grande. Esperamos mantener los tipos de interés bajos por mucho tiempo», aseguró Bernanke. Con el objetivo de revitalizar la economía tras el estallido de la crisis, los tipos de interés de referencia llevan a niveles excepcionalmente bajos desde 2008, entre el 0% y el 0,25%.

La primera reacción a la decisión de la Fed vino de Wall Street que se disparó ya que esperaba una decisión más contundente. El Dow Jones de Industriales logró marcar un nuevo máximo histórico con una subida del 1,84 %, igual que el S&P 500, que se apreció un 1,66 %. Al cierre de la tercera sesión en el parqué neoyorquino, el índice de referencia subió 292,71 puntos hasta las 16.167,97 unidades.