Hollande con sus antiguas y nuevas gafas.

François Hollande ha cambiado de gafas, sustituyendo el modelo con montura al aire, que había lucido en los dos años que lleva ejerciendo como presidente de Francia, por uno más grueso y oscuro, decisión que ha generado cierto revuelo al decantarse por una marca danesa y no por el «made in France».

«Sobre un producto de consumo como las gafas, que son muy visibles, desgraciadamente no ha elegido hacer valer la industria francesa», explicó hoy en «BFM TV» Ludovic Brochard, responsable del fabricante óptico galo Roussilhe, con sede cerca de Nantes, en el este de Francia.

Efectivamente, el jefe del Estado francés ha optado para corregir sus dioptrías y decorar su rostro con la firma danesa Lindbergh, enseña favorita también de actores de Hollywood como Brad Pitt, Robert de Niro o Richard Gere.

Pero la elección de ese modelo, cuyo precio se estima entre los 400 y los 500 euros (entre unos 545 y 680 dólares), le ha valido a Hollande un pequeño contratiempo. El citado fabricante le ha enviado un par de gafas similares, pero producidas «cien por cien» en Francia, con la correspondiente carta y campaña mediática asociada al simbólico gesto.

«Usted, señor presidente, es un vector de imagen importante a través del mundo, y su elección de montura puede hacer pensar que ninguna empresa francesa ha podido satisfacer sus exigencias», escriben en esa misiva los dos directores de Roussilhe, Brochard y Maxime Rolandeau.

En ella explican que su sector de actividad está sometido a «una fuerte competencia internacional, esencialmente asiática», y los ópticos, que emplean a 35 personas y fabrica 100.000 gafas al año, recuerdan que intentan producir en Francia para salvar empleos.

Además, han invitado al presidente al Salón Mundial de la Óptica, que se desarrollará a las afueras de París entre los próximos 26 y 29 de septiembre, para «hacerle descubrir» el oficio.

Chirac

Más allá del lugar de origen de las gafas presidenciales, otros, como el diario Direct Matin, se preguntan si con el cambio no intenta parecerse al expresidente conservador Jacques Chirac, con quien Hollande mantiene una buena relación personal.

El ex jefe del Estado también lucía monturas gruesas en su etapa al frente del Palacio del Elíseo, entre 1995 y 2007, y se peinaba de una forma similar a la que ahora luce Hollande.

En la campaña presidencial para acceder a la presidencia en las elecciones de 2012, Hollande se presentó ante los franceses con un sutil cambio de estilo -que se le atribuía a la que entonces era su compañera sentimental, la periodista Valérie Trieweiler-, el cual consistía en un porte más delgado y unas gafas finas, de montura transparente.

El reciente cambio de apariencia presidencial se produce una vez que Hollande y Trierweiler dieron por terminada su relación sentimental a inicios de año, después de que unas fotos destapasen un supuesto romance entre el presidente y la actriz y productora de cine Julie Gayet.