Combatientes chiíes que se han integrado en el Ejército iraquí realizan ejercicios en el desierto de la ciudad de Nayaf. | STRINGER/IRAQ

El jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, general Martin Dempsey, no descarta que soldados estadounidenses tengan que volver a la primera línea de combate contra el Estado Islámico (EI) en Irak, lo que podría meter a Washington y sus aliados en un conflicto complejo e incierto.

Dempsey dijo ayer en una audiencia en el Senado que no descarta la posibilidad de recomendar al presidente estadounidense, Barack Obama, el despliegue de tropas en situaciones como un posible intento de retomar la ciudad de Mosul (la segunda de Irak), conquistada por los yihadistas en junio.

«Si las circunstancias cambiasen, recomendaría que (las tropas) asesoren cerca del combate y acompañen (a las tropas iraquíes o kurdas) en este tipo de misión (...) aunque ahora mismo no lo considero necesario», explicó Dempsey ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado.

Como respuesta, dos importantes facciones de Al Qaeda mostraron ayer su apoyo a los yihadistas del Estado Islámico (EI) en Irak y Siria, a los que llamaron a unirse contra la coalición internacional encabezada por EEUU, que tiene previsto atacar sus posiciones en ambos países.

«Convertid la unión de las naciones infieles contra vosotros en un motivo para que os unáis contra ellos», señaló un comunicado conjunto de los grupos Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).

Ambas facciones del grupo terrorista amenazaron también con «días negros» a los integrantes de la coalición.