Al menos 30 insurgentes murieron y otro 20 resultaron heridos en choques entre facciones talibanas por divergencias sobre el liderazgo del movimiento en Afganistán, apenas dos días después de que el grupo principal rechazase participar en negociaciones de paz con el Gobierno.

Los enfrentamientos, que todavía continúan, comenzaron anoche en la provincia de Herat entre los leales al principal líder talibán, el mulá Mansur, y un grupo de simpatizantes del disidente mulá Rasul, explicó este martes el portavoz de gobernador regional, Jailani Farhad.

Ambos bandos utilizan armas ligeras y pesadas en los choques que hasta el momento han causado una treintena de muertos en el distrito de Shindand, donde el control de las tropas afganas es muy reducido, según la fuente.

Los grupos beligerantes están liderados por dos comandantes que lucharon conjuntamente contra las fuerzas de seguridad hasta que el pasado año surgieron diferencias en las filas talibanas tras conocerse que el fundador del movimiento, el mulá Omar, había fallecido en abril de 2013.

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El nombramiento de Mansur como su sucesor creó escisiones en la formación e incluso desembocó en una guerra abierta con los opositores al nuevo líder, entre ellos el mulá Rasul, cuyo número dos murió el pasado septiembre en estos choques.

Al menos cuatro provincias del sur y oeste del país han registrado enfrentamientos internos desde entonces.

El grupo de Mansur rechazó el sábado participar en el proceso de paz que el Ejecutivo afgano trataba de retomar en la primera semana de marzo con los auspicios del G4 que conforman, además de Kabul, China, Estados Unidos y Pakistán.

Ejecutivo y talibanes rompieron en julio pasado las conversaciones que habían emprendido ese mismo mes, después de que el Gobierno afgano anunciara la muerte del fundador y máximo líder de ese grupo insurgente, el mulá Omar.