Imagen de la pantalla por la que apareció Hillary Clinton durante la Convención demócrata. | MARK KAUZLARICH

La aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, intervino unos breves segundos a través de una conexión de vídeo desde Nueva York en la convención de su partido para agradecer a los asistentes su nominación, que unas horas antes se hizo oficial.

«Es un honor increíble», comenzó la ya oficial candidata a la Presidencia del país después de que este martes se celebrara el voto oficial de los delegados para nominarla al puesto.

«No me puedo creer que hayamos abierto la grieta más grande en este techo de cristal», consideró la ex primera dama, tras una emocionante actuación de la cantante Alicia Keys, que interpretó en el escenario de la convención «Superwoman» (Supermujer), en honor al logro femenino alcanzado para la historia.

«Puede que me convierta en la primera presidenta de Estados Unidos -dijo dirigiéndose a las niñas que estuvieran escuchándola-. Pero la próxima puedes ser tú».

Con un vestido rojo fuerte, y rodeada de otras mujeres, Clinton hizo así su primera aparición en el cónclave, que concluirá el jueves en Filadelfia con su discurso de aceptación de la candidatura demócrata a la Casa Blanca.

Retrato

El expresidente de EEUU Bill Clinton retrató a una Hillary humana y «real» a través de su historia de vida juntos. El exmandatario subió al escenario del estadio Wells Fargo de Filadelfia dispuesto a relatar el lado más humano de la ya candidata a la Presidencia de EEUU, desde que la vio por primera vez «en la primavera de 1971».

«La primera vez que la vi estábamos, apropiadamente, en una clase de derechos civiles y políticos. Tenía el pelo rubio y grueso, unas grandes gafas, no llevaba maquillaje y tenía un sentido de la fuerza y seguridad en sí misma que me pareció magnético», contó Clinton ante los asistentes.

Después de aquella clase, relató el exmandatario, la siguió intentando presentarse, y hasta llegó a estar lo suficientemente cerca para tocar su espalda, pero no pudo hacerlo.

«De alguna manera sabía que eso no sería simplemente una palmada en el hombro, que podría ser el comienzo de algo que no podría parar», aseguró.

Clinton recordó los momentos duros y los momentos felices junto a Hillary, incluso las dos veces que ella rechazó casarse con él, hasta que «en la tercera apareció la magia», confesó, en un discurso eminentemente enfocado a mostrar el rostro más amable de su esposa.

«Siempre ha creído que todo el mundo puede lograrlo (el éxito)», explicó sobre los años que dedicó la también ex primera dama a la enseñanza, y también sobre sus consejos cuando él perdió la reelección a gobernador de Arkansas.

Entre las anécdotas y la ternura de los distintos episodios de su vida juntos, con aplausos y risas del público, el exmandatario enfatizó la vocación de su mujer por mejorar la vida de los demás, especialmente de los niños, y luchar por un Estados Unidos mejor.

«Nunca ha estado satisfecha con el estatus quo, en nada, siempre quiere mover la pelota hacia delante», aseguró el expresidente, quien, si su esposa logra ganar en noviembre, se convertirá en el «primer caballero» de Estados Unidos.

De los detalles íntimos de los primeros años, incluida la medianoche en la que Hillary rompió aguas y se convirtieron en padres de su hija Chelsea -quien escuchaba emocionada a su padre desde el palco-, Clinton transitó hacia sus años como senadora de Nueva York y sus logros al frente de la diplomacia estadounidense (2009-2013).

Hacia el final de su intervención, ya con un tono mucho más político, el expresidente reiteró a los asistentes el axioma de la campaña de su mujer y apeló a la comunidad latina y musulmana, a la integración del país: «Hillary nos hará más fuertes juntos».

«Si usted es musulmán y ama Estados Unidos y la libertad, y odia el terror, quédese aquí y ayúdenos a ganar», urgió el expresidente, quien también hizo un llamamiento a favor de que se apruebe una reforma migratoria en el país.

Sin citar por su nombre al magnate republicano Donald Trump, Clinton calificó al contrincante de su esposa como «una caricatura».

«¿Cuál es la diferencia entre lo que os he contado y lo que ellos dijeron (en la Convención Republicana)? ¿Cómo se cuadra eso? No se puede. Uno de ellos es real, el otro es inventado», afirmó entre los aplausos del público en referencia al multimillonario.