El Open Arms ha abandonado este miércoles el puerto comercial de Lampedusa en el que desembarcó a los 83 migrantes y refugiados que aún quedaban a bordo y se dirige hacia un puerto en Sicilia en virtud de la orden dictada por el fiscal de Agrigento, según informa la agencia AdnKronos.

Aunque inicialmente estaba previsto que el barco de rescate se dirigiera al puerto de Licata, donde se encuentran otros dos barcos de ONG apresados por las autoridades italianas, finalmente se dirigirá al de Porto Empedocle.

La Fiscalía de Agrigento (Sicilia) ordenó el martes el secuestro provisional del Open Arms y el desembarco de las decenas de migrantes y refugiados que seguían a bordo, horas después de que el fiscal Luigi Patronaggio examinase las condiciones del barco de la ONG española. Patronaggio estimó necesaria esta medida por las condiciones en que se encuentran los migrantes.

El secuestro preventivo del Open Arms obedece a la investigación por secuestro de personas que había sido abierta en base a la denuncia formulada por la ONG española ante la negativa del ministro del Interior, Matteo Salvini, de permitir el desembarco de los rescatados en Italia.

Además, también se ha abierto otra investigación por omisión y negativa a actos de oficio contra miembros de la Administración, sin que por ahora haya ningún responsable identificado, según explica la prensa italiana.

Francesco Cascio, el médico de Lampedusa que ha examinado a los migrantes tras el desembarco junto a otros tres colegas, ha indicado este miércoles que «están todos bien». «Han sido cinco días muy difíciles y llenos de tensión y amargura», ha reconocido, asegurando que ha sido una de las experiencias «más intensas» de su vida.