Estado Islámico ha anunciado este jueves a su nuevo líder, Abú Ibrahim al Hashimi al Qurashi, al tiempo que ha confirmado la muerte del anterior, Abú Bakr al Baghdadi, en un mensaje difundido por la agencia de noticias Amaq, uno de sus canales de propaganda.
El mensaje, una grabación de voz de unos ocho minutos de duración, ha servido para anunciar la designación de Al Qurashi y la del nuevo portavoz de Estado Islámico, Abú Hamza al Qurashi.

La organización terrorista ha asegurado que ambos son descendientes del profeta Mahoma, una condición que también se le atribuía a Al Baghdadi y que le permitió declararse califa en 2014.

El mensaje, leído por Abú Hamza al Qurashi, incide en la autoridad del nuevo líder del grupo, que ha sido declarado también califa, y ha dicho que se trata de un erudito religioso y un «experimentado comandante».

Esta legitimidad viene respaldada además por la atribuida pertenencia de Abú Ibrahim al Hashimi a la tribu de los coraichitas o quraish, a la que perteneció al profeta Mahoma. De hecho, tanto el nuevo líder como el portavoz han incluido esta referencia en su nombre (Al Qurashi), algo que ya hizo Al Baghdadi.

El nuevo portavoz del grupo yihadista ha señalado además que la designación de Abú Ibrahim al Hashimi como líder sigue la voluntad expresada por Al Baghdadi, que ha sido respaldada por el Consejo de la Shura de Estado Islámico.

En este sentido, ha reclamado a los seguidores del grupo que mantengan su fidelidad a Estado Islámico y al resto de «provincias» --o ramas-- del grupo que declaren su lealtad --a través de la juramentación de la 'baya'-- a Abú Ibrahim al Hashimi y busquen «venganza» por la muerte de Al Baghdadi.

La grabación advierte además a Estados Unidos en contra de alegrarse por haber matado a los dos miembros más destacados de su cúpula y ha agregado que Estado Islámico no está limitado a Oriente Próximo y cuenta con presencia en otras zonas del mundo.

«Estados Unidos, ¿no se da cuenta de que Estado Islámico está ahora en el frente de Europa y África Occidental? Se extiende desde Oriente hasta Occidente», ha manifestado Abú Hamza al Qurashi, según recoge Rita Katz, directora de SITE Intelligence Group, un organismo especializado en hacer seguimiento de los grupos terroristas.

ANTIGUO PORTAVOZ

Por otra parte, Estado Islámico ha confirmado por primera vez que Abú al Hasán al Muhayir, antiguo portavoz del grupo y hasta ahora 'mano derecha' de Al Baghdadi, era un ciudadano saudí.

Al Muhayir murió en una operación en la ciudad siria de Yarabulus, llevada a cabo en continuación a la ejecutada en la localidad siria de Barisha, ubicada en la provincia de Idlib (noroeste) y cerca de la frontera con Turquía, en la que murió Al Baghdadi.

Al Muhayir fue el responsable de algunas de las grabaciones difundidas en los últimos años a través de Internet por Estado Islámico reivindicando ataques en lugares como Irán o animando a perpetrar atentados durante el mes santo musulmán del Ramadán en Estados Unidos, Europa, Rusia, Australia, Irak, Siria, Irán o Filipinas.

El anuncio formulado este jueves por Estado Islámico supone una rápida respuesta a la renovación de la cúpula tras los duros golpes recibidos durante el fin de semana con la muerte de Al Baghdadi y al Muyahir, lo que descabezó a los yihadistas.

Hasta el momento, el grupo había permanecido en silencio sobre los anuncios acerca de la muerte de ambos, incluso después de que Estados Unidos publicara el miércoles las primeras fotografías y vídeos de la operación contra el autoproclamado 'califa'.

LA PÉRDIDA DEL 'CALIFATO'

El grupo ha sufrido además en los últimos meses la desaparición de su 'califato' territorial, después de ser derrotado militarmente en Irak en diciembre de 2017 y de perder su último bastión en Siria, Baghuz (este), en marzo de este mismo año.

Estado Islámico llegó a controlar vastas zonas de Irak y Siria tras una ofensiva relámpago en verano de 2014, aprovechando la retirada de las fuerzas iraquíes, desmoralizadas y mal preparadas, y el caos existente a causa del conflicto que estalló en 2011 en Siria.

Por ahora no está claro cuál será el impacto de la muerte de Al Baghdadi sobre el grupo, debido a que podría provocar tensiones internas e incluso que algunas de sus «provincias» no reconocieran al nuevo 'califa', si bien ello no tendría por qué traducirse en una reducción de los ataques y las operaciones.

De hecho, el grupo yihadista cuenta en la actualidad con catorce filiales, tres de ellas de nuevo cuño este mismo año, como resalta el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés).

Además de su presencia en el Levante --Irak y Siria--, también cuenta con una filial en Turquía, en Egipto y en Yemen. En Asia, está presente con virulencia en Afganistán, donde ha perpetrado ataques de alto nivel, pero también en Filipinas y en menor medida en India y Pakistán, 'provincia' creada en 2019.

Sin embargo, el continente en el que el grupo yihadista es especialmente activo es África, donde cuenta con presencia en Libia y Somalia, además de la recientemente creada provincia en África Central, que ya ha reivindicado acciones en el este de República Democrática del Congo (RDC) y en el norte de Mozambique.

Las ramas más activas son Estado Islámico en África Occidental (ISWA) --surgida como escisión de Boko Haram y que opera esencialmente en el noreste de Nigeria y en la cuenca del lago Chad-- y Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS) --operativa en la zona fronteriza entre Malí, Burkina Faso y Níger--. Ambas han ido cobrando notoriedad y elevando el nivel de sus objetivos, convirtiéndose en una seria amenaza para la región.