Brawl breaks out between moped drivers at a petrol station as motorists struggled to fill up https://t.co/3keCQX2EPH | Twitter: @TheSun

El gobierno británico está poniendo al Ejército en estado de alerta como parte de medidas para hacer frente a una crisis de la cadena de suministro, que secó los surtidores de combustible en medio de un pánico comprador de automovilistas.

La movilización del Ejército ocurre ante una escasez generalizada de camioneros, que ha provocado graves problemas de abastecimiento a minoristas y restaurantes en los últimos meses, además de impedir que abundantes reservas de combustible lleguen a las gasolineras.

Una advertencia de escasez de combustible a finales de la semana pasada alentó las compras de pánico, con largas colas de automóviles esperando durante horas para repostar, lo que causó que los surtidores de ciudades de toda Gran Bretaña se quedaran secos.

El Gobierno ya había anunciado planes para conceder visados temporales a 5.000 camioneros extranjeros, suspender las leyes de competencia y atraer a antiguos conductores de vuelta al sector como parte de las medidas para hacer frente a la escasez de mano de obra.

Además, anunció que pondría un número limitado de conductores militares de camiones cisterna en estado de alerta para ser desplegados en caso de necesidad.

«Aunque la industria del combustible espera que la demanda vuelva a sus niveles normales en los próximos días, es correcto que tomemos esta medida sensata y de precaución», dijo el ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, en un comunicado a última hora del lunes.

«Si es necesario, el despliegue de personal militar proporcionará a la cadena de suministro una capacidad adicional como medida temporal para ayudar a aliviar las presiones causadas por los picos de la demanda localizada de combustible».

Los conductores de los camiones cisterna del Ejército recibirán formación especializada antes de ser desplegados para ayudar a resolver los problemas de la cadena de suministro, dijo el gobierno.

La demanda de combustible ha provocado que entre el 50% y el 90% de los surtidores estén secos en algunas zonas de Gran Bretaña, según la Asociación de Minoristas de Gasolina (PRA), que representa a las gasolineras independientes, un 65% de los 8.380 surtidores del Reino Unido.

El sector de los carburantes afirma que no hay escasez, y que el problema es el transporte de la gasolina y el gasóleo a las estaciones.