La historia de Dylan Stone-Miller, un ingeniero de software de 32 años está dando la vuelta al mundo. Cuando este joven estadounidense tenía 20 años, se hizo donante de esperma para asumir los elevados costes de una multa de tráfico por conducir bajo los efectos del alcohol, lo que le supuso una cantidad de 100 dólares por cada donación.

Stone-Miller, dio permiso al banco de esperma para comunicar sus datos a las madres, algo impensable en España. Años más tarde, tras haber conseguido un empleo como ingeniero, el hombre recibió el mensaje de una de las mujeres que le agradecía su donación pues, ahora, tiene "una niña preciosa". Por este motivo, el joven decidió abrirse una cuenta de Facebook a la que invitó a sumarse a todas las familias de "sus" hijos y, por el momento de sus 96 hijos ya ha contactado con más de una veintena.