Erupción volcánica cerca de la localidad islandesa de Grindavik. | Hrafnkell Brimar Hallmundsson

Las autoridades de Islandia han declarado este lunes por la noche el estado de emergencia por la erupción de un volcán cerca de la ciudad de Grindavik (península de Reykjanes), en la costa suroeste de la isla.

La erupción, que ha comenzado a las 22.17 hora local, ha sido precedida de una serie de terremotos en el cráter de Sundhnjúka, por lo que se ha procedido a evacuar toda la zona, según ha informado el diario islandés 'Fréttabladid '.

Tras abarcar la práctica totalidad de una fisura de unos cuatro kilómetros, se concentra ahora en el centro de la grieta, si bien el Gobierno mantiene la recomendación a todos los ciudadanos de no acercarse a la zona. La longitud de la fisura es considerablemente superior al de anteriores erupciones, y la velocidad del flujo de lava es de entre 100 y 200 metros cúbicos por segundo, lo que supone también un notable incremento en comparación con otras erupciones ocurridas en la península durante los últimos años.

«Ha comenzado una erupción cerca de la ciudad evacuada de Grindavik. Nuestras prioridades siguen siendo proteger vidas y la infraestructura. Defensa Civil ha cerrado la zona afectada. Ahora esperamos ver qué nos deparan las fuerzas de la naturaleza. Estamos preparados y permanecemos vigilantes», ha publicado el presidente del país, Gudni Johannesson, en su cuenta de la red social X, antes Twitter.

Por su parte, el ministro de Exteriores islandés, Bjarni Benediktsson, ha asegurado que no se han interrumpido vuelos ni hacia ni desde Islandia, y que el tráfico aéreo internacional permanece abierto.

Actividad sísmica

La sismicidad ha disminuido en las últimas horas y la actividad volcánica se concentra en la parte central de la fisura que se abrió el lunes, por donde brota ahora la mayor parte del magma que permanecía concentrado en un túnel subterráneo, según la televisión pública RUV.

El Gobierno ha aclarado que no existe riesgo de daños personales ni tampoco se han generado incidencias en el transporte aéreo. El ministro de Infraestructuras, Sigurdur Ingi Jóhannsson, ha afirmado que, aunque es «muy difícil» establecer predicciones en este tipo de casos, sí que parece que ha habido «bastante suerte» en cuanto a los potenciales efectos de la emergencia.