El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, aseguró ayer que hay "días suficientes" antes de que acabe el mes para ir cerrando acuerdos en torno a la reforma laboral.s manifestaciones durante su intervención en la presentación del informe anual "Libertad económica en el mundo". EFE/TV ESPAÑA REFORMA LABOR | Efe

El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (Confemetal), Carlos Pérez de Bricio, se reunió ayer con el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, para pedir su dimisión al frente de la patronal.
Fuentes de la patronal del metal señalaron que Pérez de Bricio y el vicepresidente de Confemetal, Javier Ferrer, comunicaron a Díaz Ferrán la decisión que tomó esta confederación la semana pasada de intentar que dejara el cargo porque estaba perjudicando la imagen de la organización.
Ambos directivos señalaron que Díaz Ferrán tiene dos buenas ocasiones para tomar una decisión, en referencia a la próxima junta directiva de la CEOE el 16 de junio y a la Asamblea General que se celebrará el 22.
El jueves pasado, ante la ausencia de Díaz Ferrán, Confemetal comunicó la decisión de su junta al secretario general de la CEOE, José María Lacasa.
Las fuentes consultadas indicaron que Confemetal no duda de la gestión de Díaz Ferrán al frente de la patronal, y que lo que se cuestiona es que sus problemas empresariales perjudican a la organización.
Reemplazo
Relevantes dirigentes de la CEOE han iniciado un debate entre bambalinas para que Pérez de Bricio reemplace a Gerardo Díaz Ferrán al frente de la patronal durante un periodo de transición. La posición de Díaz Ferrán al frente de la patronal se ha ido deteriorando desde diciembre. Entonces se supo que Caja Madrid le exigía la devolución de un crédito impagado. Inmediatamente después llegó la quiebra de Air Comet, a la que sucedió la de Seguros Mercurio. El último capítulo lo está escribiendo la venta frustrada, por el momento, de Viajes Marsans, la principal empresa del grupo que dirigen Díaz Ferrán y su socio Gonzalo Pascual, y la amenaza del concurso de acreedores.
La última reunión del comité ejecutivo ya recibió presiones, a las que se unieron las peticiones de dimisión del Instituto de la Empresa Familiar, el lobby que agrupa a las mayores fortunas españolas.