José Luis Rodríguez Zapatero y María Teresa Fernández de la Vega, esta mañana en el Congreso. | Reuters

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reiterado hoy su oferta de diálogo con sindicatos y empresarios en torno a la reforma del sistema de pensiones y de las políticas activas de trabajo, así como en lo que respecta al desarrollo de la reforma laboral.

Rodríguez Zapatero ha respondido así al portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, quien ha pedido al presidente del Ejecutivo que desvelara cuál será el contenido de las negociaciones que el pasado domingo ofreció a los sindicatos en torno a las pensiones.

«El domingo hice una declaración haciendo un llamamiento al diálogo social, es decir a empresarios y sindicatos, sobre temas pendientes en la agenda de gran importancia para el ámbito sociolaboral del país y, en definitiva, para la economía y el futuro de nuestra prosperidad», ha afirmado Rodríguez Zapatero, quien ha asegurado que el diálogo sobre pensiones se abrirá una vez se pronuncie el Pacto de Toledo.

Esas cuestiones, ha apuntado, pasan por la reforma de las políticas activas de empleo, algo esencial para mejorar la capacidad de los servicios públicos; el desarrollo de la reforma laboral, en particular en lo que atañe a la negociación colectiva y la puesta en marcha del modelo de previsión «austríaco», y la reforma del sistema de pensiones.

Respecto a las pensiones, ha explicado que el Gobierno se mantiene a la espera de recibir el informe sobre el que trabaja el Pacto de Toledo, para, a partir de ahí, abrir el proceso de diálogo sobre la reforma del sistema con sindicatos y empresarios.

En cuanto al contenido concreto, «permítame que el Gobierno considere conveniente esperar al pronunciamiento de esta Cámara», ha dicho Rodríguez Zapatero, quien ha señalado que el objetivo es lograr el máximo consenso.

El portavoz de CiU ha considerado que no corresponde al Ejecutivo plantear la negociación sobre pensiones sin que antes de pronuncie el Pacto de Toledo y ha pedido al Gobierno que no juegue con «expresiones» para reconciliarse con los sindicatos tras la huelga.

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Por otra parte, Durán i Lleida ha manifestado la oposición de su grupo a la huelga general por considerar que es inoportuna y que dañará a la productividad y a la imagen exterior de España en unos momentos delicados para la economía.

En su opinión, el éxito de la huelga no dependerá de su seguimiento si no de que logre modificar las políticas del Gobierno, que es lo que espera su formación.

Lo importante para reformar las pensiones -ha estimado- es lograr más ingresos, lo que necesita de una mayor ocupación, algo que no propician los Presupuestos Generales del Estado planteados para 2011, y de salarios y cotizaciones altas, algo a lo que no ayudará en nada la subida de IRPF.

«Vengo a trabajar»

Zapatero ha dejado claro en los pasillos del Congreso, a primera hora de la mañana, que viene «a trabajar» pese a la huelga general convocada por los sindicatos mayoritarios UGT y CC.OO contra la reforma laboral aprobada.

«Voy a trabajar», se ha limitado a decir el jefe del Ejecutivo, preguntado a su llegada al pleno del Congreso en los pasillos por cómo valora la marcha de la huelga.

El presidente del Gobierno ha llegado puntual al Congreso, a las 9.00 horas, flanqueado por la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.